El embajador de París en Moscú, Pierre Lévy, fue convocado este miércoles al Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, que tiene mucho que ver con la postura parisina con relación a la intervención militar especial de Rusia en Ucrania.
Lévy, recibió «una fuerte protesta en relación con la provocativa e injustificada decisión de las autoridades francesas de declarar a 41 empleados de instituciones diplomáticas rusas en Francia personas «no gratas», le comunicó la Cancillería rusa.
«Como respuesta, 34 empleados de instituciones diplomáticas francesas en Rusia han sido declarados personas «no gratas», respondieron los rusos a una medida similar de las autoridades francesas.
Se les ordenó abandonar el territorio de Rusia dentro de las dos próximas semanas desde la fecha de entrega de la nota, señala el ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
Enfatiza que la expulsión de los diplomáticos rusos, que provocó la medida, supone un «daño serio a las relaciones franco-rusas y la cooperación constructiva bilateral».