José López
Santa Bárbara del seis. – La Policía al parecer no comprende la conmoción colectiva que provocó las muertes de varios jóvenes a manos de sus miembros. En vez de modificar esa conducta agresiva y represiva parece refuerzarla. Así lo indica la forma en que efectivos impidieron a “tiros” sepultar a una persona que falleció en esta comunidad, de la zona cañera del ingenio Barahona.
Una familia, acompañada de una multitud se dirigía hasta el cementerio de aquí, a sepultar a un familiar en el cementerio, por cuyos terrenos hay una litis entre la Junta de Distrito y el Consorcio Azucarero Central (CAC).
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Los uniformados que se enviaron al lugar a impedir el “entierro”, quitaron la solemnidad que caracteriza a estos eventos fúnebres, pues los policías sin mediar palabras comenzaron a disparar en toda dirección, con revólveres y escopetas para evitar sea sepultado, narran colaboradores de #LaLupaDelSur en la zona cañera.
La actitud “grosera” y violenta de los agentes policiales provocó que obreros paralizaran sus labores, según informan personas que residen en la zona cañera del ingenio Barahona.
Como resultado de la acción policial Kenny Abraham Figuereo, recibió un impacto de perdigones en las piernas, quien fue llevado a la emergencia del hospital municipal Julia Santana, de Tamayo, desde donde le refirieron al Regional Universitario Jaime Mota, ubicado en Barahona.
Romeo Figuereo Cuevas, quien también resultó con heridas de perdigones en los brazos, condenó la violencia con la que llegaron y luego la emprendieron contra quienes llevaban el féretro. “Tuvimos que abandonar el muerto en medio de la calle”, dijo cuando viajaba desde Tamayo hacia Barahona en procura de atenciones médicas”.
La vivienda del director distrital
Personas de la comunidad, dijeron que efectivos de la Policía lanzaron decenas de bombas lacrimógenas a la residencia del director de la de Distrito Bolívar Montero, quien no pudo ser contactado por reporteros de #LaLupadelSur.
Una hermana de Montero, embarazada, debió ser sacada de emergencia de su vivienda hacia Tamayo para evitar se afecte ella y la criatura que lleva en su vientre.
Origen del conflicto
El conflicto se generó, según se informa porque residentes en Santa Bárbara El Seis, por la falta de un cementerio en la comunidad en donde las personas que mueren puedan ser enterradas.
Frente a esa situación comunitarios tienen que ir hasta el cementerio de Tamayo, que supuestamente está lleno, pero se le impide sepultar allí a las personas cuando mueren residentes de poblados vecinos.
El director distrital procuró un terreno para el cementerio, pero ahora hay un conflicto cuya propiedad reclama el CAC, que, mediante un contrato de arrendamiento, tras el proceso de capitalización de las empresas del Estado, opera el ingenio Barahona.