A la comunidad internacional parece no importarle la situación social y política en la que se encuentra Haití, en donde enfrentamientos de bandas armadas han provocado la muerte de al menos 39 personas, a razón de 3.25 vidas que se escapan cada día, pero el país vecino de República Dominicana no es de «ojos blancos», por lo tanto, sus ciudadanos, de color y sange «negra» pueden morir violentamente sin que a nadie inmute lo que sucede allí.
Según reporta el principal periódico haitiano Lenouvelliste en enfrentamiento entre las pandillas «Chen mechan» y «400 Mawozo» en Cul-de-Sac, literalmente es una guerra entre grupos que operan al margen de la «ley» en el convulso Estado haitiano.
Un segundo balance provisional de Protección Civil que publicó esete miércoles ubica en al menos 39 personas muertas, 68 heridas y 8 desaparecidas, mientras los enfrentamientos entre estos grupos armados continúan, la Policía Nacional de Haití (PNH), no pueda hacer algo para impedirlo y recuperar el control de la zona.
Desde el domingo 24 de abril, residentes de Shada, Butte Boyer, Croix-des-Missions, Santo… en Cul-de-Sac hacen llamadas de socorro, debido a la inseguridad que provoca la «guerra» entre las pandillas «Chen mechan» y «400 Mawozo» ante la indiferencia del gobierno.
Según explica Protección Civil, la violencia en la localidad de Croix-des-Bouquets provocó el desplazamiento de al menos 9.000 personas, principalmente en familias de acogida entre el 24 de abril y el 3 de mayo, cifra, que según el organismo, incluye a 752 personas (287 viviendas) ubicadas en 9 puntos de concentración (en Clercine, Santo y Blanchard), algunos de los cuales se encuentran en zonas no accesibles por los enfrentamientos.
Abandonan sus domicilios
Se informó que un número no determinado, que residen en barrios afectados, abandonaron Croix-des-Bouquets para trasladarse a los departamentos del Centro y Artibonite (Arcahaie, Mirebalais, Saint-Marc, Cabaret y Titanyen).
Destaca que la situación sigue siendo volátil y continúan los movimientos de la población. Entre las personas desplazadas presentes en los sitios espontáneos, hay muchos hogares con niños, mujeres embarazadas y personas con discapacidad.
En Cul-de-Sac, negocios y comercios de las zonas de enfrentamiento han cerrado sus puertas.
“El 2 de mayo, hombres armados ingresaron al hospital de Marin en busca de armas de fuego, miembros de una banda armada intentaron incendiar una iglesia en Saint-Martin. Los combates paralizan el acceso al norte del país por las rutas nacionales 1 y 3, lo que dificulta aún más el acceso humanitario, que ya está seriamente comprometido para los departamentos del sur del país”, dijo Protección Civil.
Los enfrentamientos recientes por el control de territorios en la capital, Puerto Príncipe, por parte de bandas armadas se intensifican en torno a las principales carreteras que unen Puerto Príncipe con los departamentos del norte del país.
En tanto que varias ONG han cancelado sus misiones previstas en el norte del país e intervenciones en la ciudad de Croix-des-Bouquets hasta nuevo aviso.
Escasez de gasolina
Producto de la situación está virtualmente paralizada la operación de la terminal de almacenamiento de combustible más grande del país, por lo que enfrenta escasez de combustible desde hace varias semanas.
El martes 3 de mayo, bandas armadas secuestraron 10 camiones cisterna que transportaban combustible que salían de la terminal petrolera de Varreux, además, de que una importante cantidad de camiones cisternas están bloqueados en Santo desde el domingo 24 de abril.
El ayuntamiento y la representación de PC de Tabarre constituyeron un comité de gestión de crisis y trabajan en un plan de realojo para las familias alojadas en los solares espontáneos de esta comuna, según el informe de Protección Civil.
Con apoyo de Naciones Unidas y socios humanitarios, organizaron la distribución de comidas calientes y artículos no alimentarios (kits de higiene, frazadas, kits de cocina, kits para bebés) a 364 hogares desplazados.
Después de 12 días de conflicto, los residentes de la llanura de Cul-de-Sac experimentaron un momento de respiro en la tarde del miércoles 4 de mayo, durante el cual se escucharon muchas menos detonaciones de armas automáticas. Varias unidades especializadas de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas fueron notadas en los barrios de Butte Boyer, Shada y Santo.
Ciertos ejes de la carretera nacional número 1 fueron despejados por la policía y el tráfico se reanudó el miércoles por la tarde, señaló Le Nouvelliste. Sin embargo, la situación sigue siendo tensa y los vecinos temen otra escalada de violencia en la zona.