Barahona. – El Director General de la UASD Recinto Barahona, Maestro Manuel Antonio De La Cruz Fernández, expresó sus condolencias y solidaridad al expresidente de la República, Hipólito Mejía, así como a su familia por el fallecimiento de su esposa, la exprimera dama Rosa Gómez.
De La Cruz Fernández, resaltó las cualidades humanas de la esposa del exmandatario, sobre todo, su siempre disposición a colaborar con la sociedad dominicano.
“Siempre de una manera discreta, sin hacer aspavientos pese a la investidura que tuvo, tanto como cuando fue primera dama de la República y una vez dejado el despacho, dedicándose siempre a contribuir con su país”, expuso en un comunicado de prensa el funcionario de la UASD Recinto Barahona.
Profundamente apenado
De La Cruz Fernández, dijo que esta unidad académica se siente profundamente apenada por el repentino fallecimiento de Doña Rosa Gómez, ya que ella fue clave para conseguir la permuta de los terrenos para construir la Ciudad Universitaria.
Recordó que en la gestión de Rafael Matos Féliz, del entonces Centro Regional Universitario Regional del Suroeste (CURSO), con los auspicios del presidente en ese momento de la Asociación de Profesores del Curso, Maestro Juan Tomás Olivero, Gómez fue una pieza fundamental para que se cristalizara la construcción de la UASD Recinto Barahona.
Manifestó que, en el año 2003, mediante resolución el Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la declaró como “Madrina” del entonces CURSO, una iniciativa que impulsó Olivero Figuereo, entonces presidente de Asoprocurso y Matos Féliz, quien era Director de esta unidad académica.
De La Cruz Fernández, reiteró el impacto que provocó la noticia sobre la muerte de la exprimera Dama, no solo por sus aportes a la sociedad dominicana, sino porque, contribuyó a que el sueño de décadas de contar con una Ciudad Universitaria se hiciesen realidad.
Hay que destacar que la permuta fue posible gracias a la intervención de doña Rosa, ya su apoyo fue necesario para vencer la oposición del General Zorrilla Ozuna, en ese momento jefe del Ejército de República Dominicana (ERD).
“El presidente escuchó y aprobó gracias a doña Rosa. Llegamos a ella a través del periodista Ramón Urbáez, nativo del municipio de Vicente Noble, era el encargado de prensa del despacho y compañero mío de Seminario”, expuso Juan Tomás Olivero Figuereo.