Chen Weihua
En las últimas semanas, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países han impuesto varias rondas de sanciones económicas a Rusia para castigar a ese país por sus acciones en Ucrania.
Todo esto, a pesar del hecho de que las sanciones económicas del pasado no han logrado sus objetivos, como ha sido evidente en los casos de Irán, Siria, la República Popular Democrática de Corea, Venezuela y Cuba, que son los países más sancionados por Estados Unidos y sus aliados. Sin embargo, ese tipo de represalia oficial sí ha provocado un enorme sufrimiento en el pueblo de esos países, en particular en la vida de mujeres y niños.
He visitado Cuba tres veces, y he comprobado los horribles sufrimientos humanos causados por el embargo de Estados Unidos desde principios de la década de 1960 a ese pequeño país insular, un embargo brutal que ha sido condenado cada año durante las últimas tres décadas y por mayoría abrumadora ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En sus últimas rondas de sanciones contra Rusia, los líderes de Estados Unidos y la UE han asumido ingenuamente que sus severas sanciones paralizarán la economía rusa, obligando así a la población a rebelarse contra el gobierno. Sin embargo, nada de eso ha sucedido en el pasado. Lo que hemos presenciado, y a menudo, ha sido lo contrario: la tendencia de la población local a unirse más estrechamente en torno a su gobierno y líderes para resistir ante la intimidación de las potencias extranjeras.
Por lo tanto, es impactante escuchar a los líderes y políticos del gobierno occidental jactarse de cómo sus duras sanciones han destruido la economía de un país, como han causado la depreciación de la moneda y los aumentos de precios. Literalmente significa que no les importa el sufrimiento de millones de personas de a pie.
En un mundo globalizado, las sanciones económicas a menudo significan enormes interrupciones en las cadenas de suministro globales, lo que hace que esas sanciones sean un castigo colectivo para todo el mundo, especialmente para los países pobres.
En lugar de aliviar las tensiones, las sanciones económicas tienden a intensificarlas, así como a intensificar las hostilidades y a dificultar aún más la resolución de los conflictos mediante conversaciones pacíficas.
A diferencia de las sanciones respaldadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, las sanciones económicas unilaterales impuestas por Estados Unidos y sus aliados occidentales carecen totalmente de legitimidad internacional. Esto es especialmente cierto para los Estados Unidos, que ha estado abusando imprudentemente de su poder económico, financiero y militar para sancionar a docenas de países, incluida China.
En el pasado, Estados Unidos también amenazó con sancionar a las empresas de la UE que realizaron un comercio normal con Irán después de que la administración de Donald Trump se retirara del Plan de Acción Integral Conjunto, conocido popularmente como el acuerdo nuclear de Irán, en 2018, y volviera a imponer sanciones a Teherán. La UE protestó contra la medida y más tarde ideó la herramienta financiera INSTEX para ayudar a sus empresas a eludir las sanciones estadounidenses.
Estados Unidos está amenazando nuevamente a los países soberanos, aquellos que tienen relaciones económicas y comerciales normales con Rusia, y los obliga a elegir bando. Una vez más, está advirtiendo a los países de la misma manera absurda que lo hizo el ex presidente estadounidense George W. Bush para justificar sus devastadoras guerras en Afganistán e Irak: «o estás con nosotros o con los terroristas».
Si se permite a los Estados Unidos castigar a otros países soberanos que mantienen relaciones comerciales normales con Rusia, entonces las reglas internacionales y el orden mundial tendrán que ser reescritos y reemplazados por la política del poder.
Cuando planteé tales preguntas en la sesión informativa diaria de la Comisión Europea de este martes, el portavoz dijo que las sanciones económicas de la UE contra Rusia no tienen extraterritorialidad, aunque no quiso comentar sobre las sanciones de Estados Unidos que sí tienen dimensiones extraterritoriales.
Las sanciones económicas han demostrado desde hace mucho tiempo ser ineficaces en la resolución de conflictos. Los diálogos pacíficos, que China ha estado pidiendo debida a sus buenas relaciones tanto con Rusia como con Ucrania, son una mejor manera de resolver la crisis actual.
*Autor periodista chino, jefe de la oficina de la UE del China Daily
Artículo de Pueblo en Línea