Boris Johnson no logró que Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU), se comprometan a aumentar su producción de petróleo, como era el objetivo del líder británico.
Tras su visita de un día a los dos países del golfo Pérsico regresó al Reino Unido con solo un memorándum de entendimiento para crear un consejo de cooperación estratégica.
El primer ministro británico visitó ambos Estados árabes en un intento de convencer a sus líderes de que aumenten la producción y los suministros, para compensar la pérdida del petróleo ruso.
En caso de que esos dos importantes productores de la OPEP hubieran aceptado bombear más crudo, eso habría tenido un efecto instantáneo en los precios del crudo Brent, que la semana pasada alcanzaron los 140 dólares por barril, situándose en torno a 100 dólares en los últimos días.