Cada año República Dominicana registra en promedio 3,400 nuevas infecciones de vih, un evidente estancamiento en la lucha para reducirla y que se extiende por 11 años, alejando esa posibilidad de eliminarlo como problema de salud pública.
Otra tarea pendiente, incluso en retroceso, es frenar la transmisión vertical, es decir lograr que los hijos de embarazadas con vih nazcan libres del virus, naciendo con la infección alrededor del 17%, cuando la meta es que sea de 2%.
Cada año nacen en el país 100 niños con esa condición de salud.
No obstante, a 40 años de la epidemia, el país exhibe logros en la reducción sistemática de la mortalidad por Sida, que pasó de 2,469 en el 2016 a 1,851 en el 2020, con tendencia a seguir disminuyendo. Los avances alcanzan, además, en el acceso de personas al uso de medicamentos antirretrovirales que actualmente alcanza al 51%.
La realidad del país fue expuesta durante una entrevista que concedió a Listín Diario Bethania Betances, directora en el País de la Organización de las Naciones Unidas para el VIH y Sida (ONUSIDA), con motivo de celebrarse este miércoles el Día Mundial de la Lucha Contra el VIH y Sida.
Este año el lema es “Poner fin a las desigualdades, poner fin al Sida y poner fin a las pandemias”. Recordó que se tiene 40 años con la epidemia del VIH y aún no se tiene vacuna, pero sí se cuenta con medicamentos muy efectivos.
Materno infantil
El país notifica una población acumulada de 74,995 casos de personas con VIH/Sida. El 2020 cerró con 37,700 personas viviendo con esa condición, de los cuales casi el 52% pertenecen a las poblaciones clave: trabajadores de bateyes, las trabajadoras sexuales, hombres que tienen sexo con hombres y la población trans, entre otros, alcanzando el 83% dentro de las nuevas infecciones.
Al año nacen alrededor de 100 niños con VIH, lo que es un tema de preocupación, explica Betances, porque hay protocolos establecidos y se necesita que los pasos se apliquen con rigurosidad, sobre todo en lo referente a su captación y seguimiento.
Impactada por el Covid
La población con VIH, explica Betances, ha sido muy impactada por la pandemia del Covid-19, porque concentró los esfuerzos de los países, y ambas, coinciden en mostrar las desigualdades, donde los más vulnerables son las personas con mayor nivel de pobreza, con discriminación, con dificultades de acceso a los servicios de salud, desempleadas, expuestas a violencia y con menor ingresos económicos.
A nivel mundial, señala, frenó las metas trazadas para el 2020.
Betances dijo que el surgimiento de nuevas infecciones está ligado a la prevención y que desde hace ya un tiempo los recursos económicos para ese renglón se redujeron, por lo que se necesita que se destinen más fondos y una revisión del abordaje que se le está dando a los programas preventivos. Prestar atención a la transmisión vertical y hacer la prueba de VIH al atender a embarazada.