Es cada vez más grave la escasez de combustible en Haití, provocando el cierre de la actividad productiva en el país, incluyendo el débil sistema sanitario.
El transporte público es otro de los sectores afectados por la crisis de los combustibles, mientras que las empresas de telefonía móvil e Internet luchan por sobrevivir a esta situación que tiene en absoluto caos el país caribeño.
Los precios de los alimentos no paran de subir, mientras la promesa de las autoridades de normalizar el suministro de combustible no termina de cristalizarse, mientras la población está desesperada.
Empresas y entidades como Unibank, Sogebank, Eko Depot, Maison Handall, Casami, Kay Dupuy, MCS Group y la pastelería Marie Béliard se encuentran adoptaron un nuevo horario de trabajo para no cerrar por la falta de combustible.
La situación promete ser más difícil los próximos días, sobre todo, frente al poder de los grupos armados que continúan desafiando a las autoridades, imoidiendo el suministro a las estaciones de combustible, con el secuestro de transportistas al sur del país.
Mientras el país colapsa y la paralisis es general en el país, si avanzan las bandas armadas del grupo G9 con un desafío permanente al gobierno, sobre todo al primer ministro Ariel Henry, pero paga el preio el pueblo haitiano que no encuentra defensa.