Tomás Aquino Méndez
El presidente Luis Abinader ha prometido en tres oportunidades que el proyecto Monte Grande será entregado en agosto del 2022. El director del INDHRI lo ratificó otra vez al supervisar el centro donde resistirán los campesinos desalojados.
Aunque sigo confiando en esas palabras, insisto en que al ritmo que van los trabajos esa promesa no será cumplida. La protesta de los trabajadores por falta de pagos, es un ejemplo. Los obreros se paralizaron reclamando el pago de salarios atrasados.
Los ejecutivos, al no tener como responder ese reclamo, decidieron suspender los trabajos momentáneamente. Otro hecho que mantiene los trabajos a paso de hicotea, es que a los vehículos que transportan el personal trabajan a DESGANOS por la deuda que tienen con ellos.
Además, a los propietarios de las camionetas que mueven el personal interno, para llevarlo de un lugar a otro, por la distancia, tampoco les pagan, eso motivó que ese servicio se suspendiera hace algunas semanas. Significa una reducción de personal y de trabajo porque el traslado de obreros de un puno a otro, de la gigantesca obra, no se hace a tiempo.
Tomando en consideración estos inconvenientes, es MUY DIFICIL que el proyecto Monte Grande concluya en el 2022, como prometiera Abinader. Otros presidentes han frustrado esas esperanzas al no cumplir.
¡¡Asuma Monte Grande presidente!! porque a ese ritmo, no cumplirá su palabra de entregar el Metro del Sur a los hombres y mujeres que por años lo han esperado porque con esa obra acabarán las riadas que arrasan cosechas, viviendas, animales y vidas casa año.
Con Monte Grande tendremos agua potable permanente, mejor servicio energético, agua de regadío mejor distribuida, atracción turística y en fin, una transformación de nuestras vidas en ruta a alcanzar el anhelado desarrollo.