República Dominicana hace 60 años que se zafó de la dictadura, cuya ideología sigue metida en los sesos de una parte importante de la población que ve «correcta» se violenten derechos o se actúe de determinada forma para hacer que respetemos el orden establecido.
“Mano dura”, forma de “gobernar” del sátrapa Rafael Leónidas Trujillo Molina, muchos y muchas vemos normal que en aras de hacer valer el «respeto» se irrespeten los derechos de las personas.
Está comprobado que el “látigo” no hace que la ciudadanía asuma determinadas normas, por lo tanto, se requiere de inteligencia para ayudar a desaprender saberes que ya forman parte de la cultura de la población, como la inobservancia de las leyes, que rigen el comportamiento en sociedad.
Su fama de “malo” y de general de “mano dura” hacen que en la propia Policía Nacional al general Eduardo Alberto Then, se le tenga cierto temor, cuyas actitudes no se corresponden con el contexto y la visión actual que mandan a desarrollar niveles de proximidad de la entidad con la población.
El general The, atrapado en una visión obsoleta de lo que debe ser el mando, actuó con poco tacto frente al alcalde Mictor Emilio Fernández de la Cruz, que solo un manejo fino, en términos mediáticos, muy bien orquestado, hizo que el Director Regional Sur de la Policía Nacional saliera airoso del «encontronazo» con el ejecutivo municipal.
La policía nacional tiene muchos “loros viejos que no aprenderán hablar”, a esos debe ayudar a escapar de esa telaraña que le impide estar a la altura, debe hacerles entender que no se está en los tiempos del “garrote”, es cosa del pasado, aunque sigue teniendo exponentes que no logran zafarse de esa cultura de la violación, incluso de atentar contra la vida.
#LaLupaDelsur saluda que el general y alcalde, ambos con responsabilidades muy puntuales en el ámbito de seguridad ciudadana, sobre todo, cuando el Poder Ejecutivo va a implementar el Plan de Seguridad del gobierno ante los graves niveles de violencia que prevalecen en esta provincia Barahona.
Que hayan accedido a fumar la pipa de la paz, es una muestra de madurez, ya que dejan a un lado sus diferencias y animadversiones que generó entre ambos la forma en que el Director Regional Sur manejó la presencia del síndico en un lugar en que no debía estar que le invalidaba moralmente, pero la torpeza, como resultado del exceso de autoridad, le reivindicó.
Ahora, es justo que se retomen los planes y proyectos conjuntos a favor de Barahona, así como de toda la Región Enriquillo.
Enhorabuena