Bahamas.- En su avance lento e implacable, el catastrófico huracán Dorian seguía azotando el lunes el norte de Bahamas, convertido en una de las tormentas atlánticas más fuertes jamás registradas conforme arrasaba casas, arrancaba tejados, volcaba autos y derribaba postes eléctricos.
Los vientos sostenidos máximos del huracán remitieron a 265 kilómetros (165 millas) por hora el lunes de madrugada. La tormenta se movía muy despacio, a 1,6 kilómetros por hora, junto a la isla de Gran Bahama, a la que los meteorólogos esperaban que castigara durante todo el día. Antes, Dorian se abatió el domingo sobre la isla de Ábaco con fuertes vientos y oleaje.
Había poca información de las islas afectadas, aunque las autoridades esperaban que muchos vecinos se quedaran sin hogar. La mayoría de la gente acudió a refugios al acercarse la tormenta, los hoteles cerraron y los residentes protegieron sus casas con tablones.
“Es devastador”, dijo Joy Jibrilu, directora general del ministerio de Turismo y Aviación de las Bahamas. “Hubo daños enormes en propiedades e infraestructura. Por suerte no se reportaron pérdidas humanas”.
Los vientos sostenidos máximos de Dorian alcanzaron el domingo los 297 kilómetros (185 millas) por hora con ráfagas de hasta 354 kilómetros (220 millas) por hora, igualando el récord del huracán atlántico más fuerte en tocar tierra del que se tenga registro. El anterior fue el huracán del Día del Trabajo de 1935, anterior a la costumbre de poner nombre a las tormentas.