Benny Rodríguez
«Lo más fácil es romper y destruir. Los héroes son los que firman la paz y construyen»
Nelson Mandela
La historia de la humanidad está llena de líderes que, a pesar de recibir golpes de sus adversarios, incluso, atentar contra el don más preciado de un ser humano: la vida, apuestan al amor como proceso de cambio y de transformación. Ese tipo de personas visionarias y que nunca pierden la capacidad de amar, la encontramos en Nelson Mandela o Mahatma Gandhi. Hay muchos otros más. Muchísimos.
Ambos: Mandela y Gandhi, el primero en su lucha contra el apartheid, así como la segregación racial en la Sudáfrica dominada por blancos, mientras el segundo impulsó la “no violencia” e independencia de la India, pruebas fehacientes de que cuando nos mueve la justicia, no hay obstáculos que impida materializar los propósitos por el bien colectivo.
Sin el más mínimo ánimo de comparar ambos casos, podemos decir que el pasado proceso de la Asociación de Empleados Universitarios (ASODEMU), en que escogimos el delegado de la UASD Recinto Barahona, si quiere a unanimidad, ya que el 67% votó favorable por sus nuevos representantes, muestran que a casi dos años de gestión Manuel Antonio De La Cruz Fernández, sepultó el odio y las contradicciones, esta última propia de los colectivos humanos.
El pasado proceso de los servidores y las servidoras del Recinto, pese al calor de la campaña, ya que en la marcha del proceso de votación se exacerbaron un poco los ánimos, nos dijirnos algunas cosas fuera de tono, en términos generales todo salió perfecto, a pesar de intentos de condicionar que se votara en libertad los universitarios y universitarias no tuvimos otro obstáculo que libertad de elegir como afirma Milton Friedman.
De La Cruz, con su firme decisión de enterrar odios y divisiones entre la familia universitaria en esta unidad académica, casi dos años después, ha dado su fruto y terminó uniendo a dos antagónicas corrientes universitarias que juntas buscaron, sin éxito, conseguir el favor de los compañeros y compañeras para obtener el delegado y su suplente.
Consciente de esa visión de unidad, familiaridad, Asodemu, en el Recinto Barahona, procurará profundizar el entierro del odio, las vilezas, las zancadillas, apostaremos a una gestión inclusiva, libre de egos y de defensa de los intereses de universitarios y universitarias.
*Autor es delegado electo de la UASD Recinto Barahona