El Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC), advirtió que en Baní, provincia Peravia, podrían producirse decenas de muertes súbitas, especialmente de niños, niñas y adultos mayores, con dolencias respiratorias: asma o trastornos de presión arterial.
El CNLCC, dijo que esto podría ocurrir, debido a que espesas nubes de gases ácidos se estacionan sobre Baní y áreas adyacentes, como se muestran en videos grabados por la Red de Monitoreo Comunitario de Paya, sobre todo, si estas extensas “nubes tóxicas” permanecen durante toda una noche sin disiparse.
https://youtu.be/YDQaE1ICAtY
Dijo que en el vídeo se observan los gases tóxicos desde la una de la tarde hasta las 8 de la noche del pasado jueves, 18 de marzo, por lo que ese mismo evento ocurrió del 9 al 11 del pasado febrero, activando la alerta temprana de la Redes de Monitoreo Comunitario de la provincia Peravia.
Como parte de la alerta la entidad recomendó mantenerse dentro de las casas, especialmente infantes y a adultos mayores, usar mascarillas, cerrar ventanas y puertas para evitar la entrada del aire contaminado.
“En la tarde de ayer hasta prima noche, se pudo avistar que una gran masa de gases ácidos enriquecidos con minerales pesados salía de la chimenea de la Central Termoeléctrica Punta Catalina (CTPC), y que, aproximadamente, tres kilómetros de distancia, comienza a descender hasta tocar tierra en forma de neblina a la altura de la Finquita Gloria de Paya”, señala.
las nubes tóxicas fueron arrastradas de manera consistente y permanente por el viento hacia la ciudad de Baní, evento que duró hasta alrededor de las 8:00 p.m., cuando el viento cambió de dirección, soplando de tierra hacia el mar.
El responsable
El CNLCC responsabiliza al presidente Luis Abinader por las muertes que podría causar la repetición de este fenómeno durante una noche en la ciudad de Baní y en su entorno.
Recuerda que cuando ocurrió, a principios de febrero el evento de las nubes tóxicas a baja altura, alertaron autoridades municipales, población en general y a Monseñor Víctor Masalles, quien de inmediato informó de la situación al ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Orlando Jorge Mera.
Explica que el evento consiste en combinar la emisión de grandes cantidades de gases ácidos, dióxido de nitrógeno y dióxido de sulfuro, por la chimenea de Punta Catalina, con la presencia de una baja presión atmosférica en la zona, cuyas nubes de gases ácidos son movidas por el viento que durante el día mantiene la dirección de sureste hacia el noroeste, “es decir, hacia la ciudad de Baní”.
“Alrededor de 8 horas este banco de nubes venenosas se estaciona a muy baja altura entre Catalina y las montañas detrás de la ciudad de Baní. Esta prolongada exposición está afectando la salud de más de cien mil habitantes que viven en esta zona y también a los cultivos y a los animales”, advierte.
Falta lo peor
Advierte que lo peor aún no ha pasado, ya que las nubes permanecieran durante toda una noche sin disiparse, “producirían decenas de muertes súbitas, especialmente de infantes y ancianos con dolencias respiratorias como asma o trastornos de presión arterial”.
Manifiestan que el Gobierno, especialmente el presidente de la República, es culpable de la actual situación, “porque la causa que la crea es la expulsión de los gases de la caldera de la unidad número uno de Punta Catalina que está siendo sobrealimentada de carbón para que mantenga el rendimiento esperado en términos de generación eléctrica”.
“A más suministro de carbón, en consecuencia, se produce más temperatura, más presión y más vapor, pero también más cenizas, más gases ácidos y más macropartículas que son metales pesados sumamente dañinos a la salud”, afirma.
El Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC), indicó que los filtros del sistema de control de seguridad del aire, “si es que funcionan”, no poseen la capacidad para mitigar, reducir y neutralizar el alto volumen de gases y de macropartículas que genera la sobrealimentación de carbón de la planta.
“Todas las plantas de carbón contaminan, aún más si están dañadas o sufren un desperfecto grave en relación a la combustión de carbón en la caldera, como es el presente caso. Las plantas de carbón en cuanto a las emisiones de gases poseen el mismo comportamiento que la de un volcán”, dice.
Recuerdan que todo protocolo de seguridad dice que en situaciones como las que ocurre en Punta Catalina, de inmediato debe apagarse la planta y sacarla de servicio para evitar las peores consecuencias en la población que respira el aire contaminado por estos gases tóxicos altamente concentrados.
Advierten que mientras CTPC continúe encendida seguirá emitiendo esta gran cantidad de gases ácidos y, por tanto, “existirá el riesgo de que el evento ocurrido del 9 al 11 de febrero y en la tarde de ayer, se repita, y lo que sería una verdadera desgracia, que se produjese durante una noche”.
Afirman que las autoridades “no pueden controlar” el clima ni la atmósfera para impedir la ocurrencia de presión baja, pero sí pueden evitar que la baja presión atmosférica convierta estos gases en densas nubes venenosas a baja altura, apagando la planta que expulsa esos gases ácidos.