México (Xinhua).- Al menos 19 países han optado por la vacuna china contra el coronavirus, como son los casos de Brasil, Chile y Perú, en un momento crítico en que la segunda ola de brote del virus azota la región.
El primer cargamento de vacunas de la compañía china Sinopharm llegó el domingo a Lima, capital de Perú, la más reciente imagen de la cooperación entre China y América Latina en el combate mundial a la pandemia de COVID-19, recientemente reforzada por las vacunas chinas.
Al dar la bienvenida a la llegada del avión que transportaba las vacunas del gigante asiático, el presidente chileno Sebastián Piñera, dijo que era un «día de alegría, emoción y esperanza», mientras que el presidente peruano Francisco Sagasti describió la vacuna como «el mejor escudo de protección que tenemos para cuidarnos a nosotros y cuidar a todos los peruanos».
Brasil, el país latinoamericano más afectado con el segundo mayor número de muertos por COVID-19 y el tercer mayor número de casos a nivel mundial, comenzó su programa nacional de vacunación justo después de que su órgano regulador de salud aprobó el uso de emergencia de la vacuna CoronaVac desarrollada por la empresa china Sinovac.
El esfuerzo de vacunación masiva en Chile está en marcha gracias a las dosis que llegaron al país en dos cargamentos de Sinovac. Con su seguridad y efectividad, las vacunas chinas se han ganado la confianza de los países latinoamericanos.
Estudios clínicos en Brasil indicaron que la vacuna es 100 por ciento efectiva para prevenir hospitalizaciones, así como síntomas severos y casos fatales, con un 83,7 por ciento de efectividad en la prevención de casos que requieran tratamiento médicos, y tiene una tasa general de eficiencia de 50,65 por ciento.
«Estamos aprobando una vacuna segura y efectiva para la población», dijo el director interino del Instituto de Salud Pública de Chile, Heriberto García, quien añadió que la vacuna «previene las hospitalizaciones y la gravedad de esta enfermedad».
Piñera anunció a la llegada de la vacuna china que el ministro de Salud Enrique París y él van «a ser vacunados con la vacuna de Sinovac».
Por otra parte, las vacunas chinas son bienvenidas por los países latinoamericanos debido a su accesibilidad y asequibilidad.
En comparación con otras vacunas, las vacunas chinas no requieren rigurosas condiciones de almacenamiento y transporte, lo que reduce el costo de vacunación y las vuelve fácilmente accesibles para las regiones afectadas por la pobreza y los países en desarrollo.
Incluso las comunidades indígenas en lo más profundo del Amazonas brasileño han podido dar un suspiro de alivio luego de que las vacunas chinas fueron entregadas a sus aldeas.
La vacuna de Sinovac llegó «en el momento más duro y más importante de nuestra vida», dijo Ozimar, una enfermera indígena del estado de Amazonas, norte de Brasil, en donde el sistema de salud fue llevado al límite por el repentino aumento de casos y colapsó en enero debido a la falta de oxígeno, lo que obligó a las autoridades a trasladar por aire a los pacientes a otros estados.
Armado con la vacuna de Sinovac, Brasil lanzó su plan de vacunación en unas 6.000 aldeas para llegar a más de 400.000 habitantes, incluyendo a 20.000 trabajadores médicos indígenas.
China también ha adoptado la apertura y la cooperación en el desarrollo, producción y distribución de vacunas.
Además de las vacunas listas para utilizarse, Sinovac de China ha cooperado con el Instituto Butantan en la producción de vacunas, lo que, dijo el ministro de Salud de Brasil Eduardo Pazuello, garantiza «la continuidad en la fabricación y distribución de la vacuna» en el país sudamericano.
Además de prometer hacer de sus vacunas contra la COVID-19 un bien público mundial una vez desarrolladas y puestas en uso, China se esfuerza por aliviar la escasez y la distribución desigual de las vacunas en todo el mundo.
Desde América Latina hasta Medio Oriente y del sur de Asia a Europa Oriental, cada vez más países emiten un «voto de confianza» en las vacunas chinas.
La pandemia todavía sigue asolando a todo el mundo y sólo la solidaridad hará que los seres humanos finalmente controlen el patógeno y abracen un futuro más brillante.