El opositor ruso Alexéi Navalni, de 44 años y que culpa al Kremlin de envenenado, planea regresar a Moscú hoy domingo, podría ser arrestado de inmediato a su regreso.
Está previsto que tome un vuelo con la aerolínea rusa de bajo coste Pobeda desde el nuevo aeropuerto BER de Berlín, y aterrizar en el aeropuerto Vnukovo de la capital rusa a las 19:20h (17:20 CET).
Navalni ha pedido a sus seguidores congregarse con él en la terminal aérea. Más de 2.000 personas han anunciado en Facebook que irán a recibirlo, pero la oficina del fiscal de Moscú, advirtió, sin embargo, a las manifestaciones «no autorizadas» en las instalaciones del aeropuerto y amenazó con consecuencias.
La advertencia a Navalni
Desde que el principal opositor político de Vladimir Putin anunció el miércoles su intención de regresar, los servicios penitenciarios rusos (FSIN), le advirtieron y aseguraron que se verán «obligados» a detenerle por violar las condiciones de una condena con suspensión de pena que le impuso la justicia en 2014.
Según el FSIN, Navalni incumplió cuando estaba en Alemania las condiciones de la condena de 2014, que le obliga a presentarse al menos dos veces por semana en la administración penitenciaria, pero el el líder opositor ruso sostiene que las condiciones de libertad condicional dejaron de ser válidas el 30 de diciembre.
Después de un intento de asesinato con el agente nervioso Novichok, Navalni se ha estado recuperando en Alemania desde agosto. Dijo que nunca consideró quedarse fuera de Rusia, ya que nunca había abandonado su tierra natal por su propia voluntad y había «llegado a Alemania en una caja de reanimación».
El hospital Charite en Berlín anunció el 23 de septiembre que Navalni había sido dado de alta después de que su estado «mejorara lo suficiente».
Laboratorios de Alemania, Francia y Suecia han determinado que Navalni fue envenenado con el agente nervioso Novichok y él culpa de su envenenamiento al FSB (el servicio secreto ruso), bajo las órdenes del presidente Vladimir Putin, pero el presidente ruso rechazó tales acusaciones.
Los funcionarios rusos inicialmente se negaron a aceptar que había sido envenenado en absoluto.