El ministro presidente de la región de Renania del Norte-Westfalia, el centrista Armin Laschet, ganó este sábado la presidencia de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la canciller alemana, Angela Merkel.
Laschet recibió el voto de 521 de los 1001 delegados que siguieron el acto de forma telemática y votaron a distancia, frente a los 466 obtenidos por su oponente, Friedrich Merz, que, sin embargo, fue quien más votos conseguió en la primera vuelta.
Tras «seis meses de campaña», destacó Laschet tras conocerse el resultado de la votación, en referencia a las dos veces que se había tenido que aplazar el congreso del partido debido a la pandemia de coronavirus.
Seis meses, añadió, de juego limpio y debate de ideas entre los candidatos, lo que les agradeció. «Lo que en los últimos meses hemos hecho y lo que vamos a hacer en el futuro», añadió. A las 15:00 está previsto que termine el congreso, que tiene en su último punto del día un discurso del ganador.
Laschet, afín a la canciller y apoyado por el ministro de Sanidad, Jens Spahn, se impuso en la segunda vuelta de la votación telemática de los delegados del partido ante al derechista Merz, mientras que el tercero en liza, Norbert Röttgen, había quedado fuera en la primera vuelta.
Este felicitó al nuevo líder del partido y le ofreció, en línea con su llamamiento previo a la unidad en el partido su apoyo, así como Merz (que en la primera vuelta fue el que había obtenido más votos) que le felicitó sin ambajes como «el nuevo presidente del partido».
Estas elecciones en el CDU eran decisivas para el futuro de Alemania, ya que el ganador, en este caso Laschet, queda en muy buena posición para ser el candidato a canciller del partido en las elecciones legislativas del 26 de septiembre y suceder a Merkel, que lleva en el poder desde 2005. Pero la presidencia de la CDU no le garantiza automáticamente ese privilegio, ya que el líder del partido para las elecciones se designa más adelante y puede haber otros pretendientes al cargo.
Desde hace décadas, la candidatura común se consensúa con la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), a cuyo líder y primer ministro de la región bávara, Markus Söder, se atribuyen aspiraciones a luchar por la Cancillería, así como al mismo Spahn.