Tomás Aquino Méndez
La actitud agresiva de algunos reclusos, en contra de periodistas, fotógrafos y camarógrafos, no nos sorprende. Se ha repetido en varias ocasiones en plenos tribunales. El pasado jueves vimos la última de esas acciones dirigidas a obstaculizar el trabajo de los comunicadores.
“Valientes” reclusos que se incomodan cuando un camarógrafo o un fotógrafo trata de captar sus gestos y actitudes. Lo que nos llama la atención es que, en cada uno de esos hechos, los agresores ejecutan sus acciones sin obstáculo porque son llevados sin los respectivos grilletes.
Cada una de las agresiones que se han producido en plenos pasillos de los tribunales han podido desencadenar en tragedias. Es tiempo de hacer cumplir la disposición de esposar o encadenar a los reclusos, antes que tengamos que lamentar la muerte de un comunicador u otra persona en uno de los tribunales del pais.
Las autoridades del ministerio público y los agentes responsables del traslado y custodia de los reclusos deben poner fin a esa actitud negligente o complaciente? de dejar “manos libres” a los internos que son llevados a los tribunales para seguir sus casos.
Aún está fresca en la memoria de muchos comunicadores y ciudadanos, la actitud desafiante de un reconocido narcotraficante, que en pleno tribunal retó un juez a que descendiera de su asiento y le quitara unos lentes oscuros que llevaba cubriendo sus ojos.
Que no se produzca una agresión más a los comunicadores en un tribunal. Que ningun recluso se vea sin sus esposas en una sala o un pasillo judicial del pais.