Paris.- Los llamados «chalecos amarillos”, marcharon este sábado en París y en otras ciudades de Francia para darle nueva fuerza a su bandera de lucha, por el poco dinero con que cuenta la clase trabajadora.
La protesta de esta jornada ocurre un día después que el presidente galo, Emmanuel Macron, endureciera su postura frente a los manifestantes.
Macron comenzó el nuevo año a la ofensiva, calificando a los manifestantes de agitadores que buscan derrocar al gobierno, incluso el miércoles recién pasado la Policía detuvo a una de las figuras más destacadas del movimiento, Eric Drouet, acusado de organizar una manifestación ilegal.
Durante las primeras horas de la tarde, varios miles de manifestantes marcharon pacíficamente por los Campos Elíseos, otros miles más se reunieron en Burdeos en el suroeste, Rouen en el norte y Marsella en el sureste, sin alcanzar la masividad de las primeras semanas de protesta.
La respuesta de Macron
Como respuesta el presidente francés, través de Twitter denunció la violencia en que degeneraron muchas de las manifestaciones y afirmó que la justicia actuará con sus responsables.
“Una vez más, una extrema violencia ha venido a atacar a la República, a sus guardianes, a sus representantes, a sus símbolos. Los que cometen esos actos olvidan la esencia de nuestro pacto cívico. Se hará justicia”, señaló.