Millones de personas en el mundo no siempre pueden tener el número de hijos e hijas que quisieran. La razón no es su rechazo a la maternidad o la paternidad; son las barreras económicas y sociales las que impiden hacer realidad sus deseos.
Esta la conclusión principal del informe «Estado de la Población Mundial 2025» del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), La verdadera crisis de fecundidad: Alcanzar la libertad reproductiva en un mundo de cambios.
Considerando diversas investigaciones académicas y nuevos datos de una encuesta del UNFPA y YouGov en 14 países -incluyendo Brasil y México-, el informe revela que una de cada cinco personas a nivel global piensa que alcanzar el número de hijos e hijas deseados sería imposible.
Los factores identificados incluyen las limitaciones financieras, la inseguridad laboral, el costo de la vivienda, motivos de salud, las inquietudes sobre el estado del mundo y la falta de una pareja adecuada.
“Un gran número de personas no pueden formar las familias que quieren”, señaló la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. No es una cuestión de falta de deseo, sino un conjunto de barreras que limitan las opciones, lo que conlleva graves consecuencias para individuos y sociedades. Agregó que “esa es la verdadera crisis de fecundidad, y la respuesta radica en satisfacer las demandas expresadas por la población”.
“Es importante garantizar los derechos de las mujeres de manera particular: licencia familiar remunerada, sistemas de cuidado con enfoque de género, servicios de salud sexual y reproductiva de calidad, incluyendo atención de fertilidad asequible, educación sexual integral y transformar normas sociales que promuevan parejas comprometidas con la distribución igualitaria de los roles de cuidado”, expone.
Los datos muestran un panorama sombrío:
● Más de la mitad de las personas encuestadas indican que los problemas económicos son una barrera para tener tantos hijos o hijas como desean.
● 1 de cada 3 adultos encuestados o sus parejas han experimentado un embarazo no intencional.
● 1 de cada 5 personas informa haber sido presionada para tener hijos cuando no querían.
● El 11 % afirma que las desigualdades en el reparto de las tareas de cuidados dificultan su capacidad para tener hijos e hijas.
La situación en América Latina y el Caribe
En América Latina y el Caribe se observa una gran diversidad demográfica entre los países y al interior de estos. Algunos países todavía cuentan con poblaciones jóvenes y pueden aprovechar las oportunidades que derivan de tener más personas en edad laboral que dependientes. En otros, con poblaciones más envejecidas, se hace necesario invertir en sistemas de cuidados integrales y crear las condiciones para que las juventudes alcancen su pleno potencial.
En este contexto, los resultados de las encuestas realizadas para el informe revelan que el 28 % de las personas encuestadas en Brasil y el 21 % en México no logran el número de hijos e hijas deseados.
Países como República Dominicana, Bolivia y Nicaragua todavía tienen tasas de fecundidad por encima del nivel de reemplazo (2.1 hijos por mujer) y cuentan con poblaciones jóvenes, por lo que pueden aprovechar las oportunidades que brinda el bono demográfico.
Brasil también muestra altos niveles de embarazos no intencionales. Casi el 40 % de los adultos entrevistados o sus parejas han experimentado al menos uno. En México, esa cifra alcanza alrededor del 22 % de las personas encuestadas.
Más del 21 % de las mujeres encuestadas en Brasil y el 19 % de las mujeres en México han sentido presiones para quedar embarazadas, lo que pone en evidencia cómo las normas culturales y sociales siguen reforzando roles de género tradicionales.
Según Susana Sottoli, directora regional del UNFPA para América Latina y el Caribe, la desigualdad y la exclusión persistentes “limitan el ejercicio de derechos reproductivos, el acceso a servicios de salud de calidad, incluyendo servicios de salud sexual y reproductiva, así como las oportunidades de construir proyectos de vida, según los deseos personales o familiares”.
Las personas más afectadas son las mujeres, niñas y adolescentes que viven en situación de pobreza, rurales, indígenas y afrodescendientes, quienes experimentan más dificultades para ejercer su libertad reproductiva. Este concepto va más allá de tomar decisiones individuales sobre el propio cuerpo. Para ejercer libertad reproductiva es necesario que el contexto permita y facilite que esas decisiones se conviertan en realidad.
“Por tanto, la clave está en que los Estados brinden las condiciones necesarias y las opciones para que todas las personas puedan hacer realidad sus derechos reproductivos durante todo el ciclo de vida”, señala Sottoli.
Desafíos en la República Dominicana
En la República Dominicana, existen desafíos significativos relacionados con la agencia reproductiva, destacando el embarazo adolescente y la mortalidad materna. La tasa de mortalidad materna se estima en 124 por cada 100,000 nacidos vivos, superando el promedio regional de América Latina. Adicionalmente, el país tiene una de las tasas más altas de embarazo adolescente en la región, con 77 nacimientos por cada 1000 mujeres entre 15 y 19 años. Cada hora, tres adolescentes se convierten en madres en el país, de acuerdo a los registros de eventos obstétricos en los servicios públicos de salud.
El embarazo adolescente en el país perpetúa la pobreza y afecta negativamente el desarrollo socioeconómico, con un costo de oportunidad estimado de USD 161 millones al año. Factores como la marginación económica, la desigualdad de género, el acceso limitado a la atención médica y la falta de esperanza en el futuro contribuyen a embarazos no intencionales y dificultades para tener la cantidad deseada de hijos e hijas.
El UNFPA urge a los gobiernos a abordar todas las barreras al libre ejercicio de la elección y fomentar políticas públicas que creen las condiciones para que todas las personas puedan elegir si desean tener hijos e hijas, cuántos, cuándo y el espaciamiento entre ellos. Esto incluye invertir en vivienda asequible, trabajo decente, licencia parental para ambos progenitores y el abanico completo de servicios de salud reproductiva e información confiable. Promover la igualdad de género es fundamental.
Será necesaria una combinación adaptada de medidas económicas, sociales y políticas en cada país, para ayudar a las personas a formar las familias que desean. Además, la gran diversidad demográfica que existe en América Latina y el Caribe puede ser una oportunidad de desarrollo para la región, si se implementan políticas públicas inclusivas.
Mientras los responsables de diseñar políticas públicas consideran cómo navegar las dinámicas cambiantes de la población, el UNFPA está listo para apoyar en la comprensión de los desafíos que enfrentan y en el diseño de soluciones que aseguren los derechos y las opciones para todas las personas.
● Puede acceder al informe del UNFPA La verdadera crisis de fertilidad: Alcanzar la libertad reproductiva en un mundo de cambios aquí: unfpa.org/es/swp2025
● Para conocer más sobre el UNFPA, visite: https://dominicanrepublic.unfpa.org