Las autoridades declararon toda el área del centro de Los Ángeles como una zona de «reunión ilegal» luego de un tercer día de manifestaciones, las cuales en ocasiones se tornan violentas.
Las protestas fueron provocadas luego de una ofensiva contra personas inmigrantes en condición migratoria irregular ordenada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Las tensiones aumentaron aún más después de su decisión de desplegar la Guardia Nacional en la ciudad, ante la reacción de las personas por las detenciones que hacen las autoridades.
El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, dio una conferencia de prensa el domingo temprano, de que sus oficiales fueron atacados durante las protestas y que se estaban volviendo «cada vez más peores y más violentas».
Jim McDonnell, dijo que tendría que «hacer una reevaluación» sobre la necesidad de la Guardia Nacional cuando se le preguntó al respecto en la conferencia de prensa dado el tipo de violencia que tuvo lugar el domingo.
Según la CNN, McDonnell afirmó: «Antes de poder responder a esa pregunta, tendría que saber más sobre sus capacidades y cuál es su función para poder tomar esa decisión».