El sargazo en su trayectoria por la zona costera de la República Dominicana, incluye a las del Suroeste, las cuales se observan inundadas por estas, creando una sensación de incomodidad, tanto locales como visitantes.
Como se trata de una situación que no es nueva, tanto locales como visitantes (extranjeros y dominicanos), conviven con su presencia, así como el fuerte olor que expiden, sobre todo, aquellas ya descompuestas cuando están en la orilla de la playa.
Se observan montañas de sargazo a la orilla de las playas ubicadas en el casco urbano del municipio Barahona, como Casita Blanca, hotel Guarocuya y El Cayo, las cuales expiden un fuerte olor que impacta a toda la comunidad.
Todo el litoral costero de la Bahía de Neyba, como se conoce a la ensenada ubicada en la zona urbana de este municipio sureño, está completamente invadido por la presencia de las algas y de cómo en silencio, pero persistentes, las corrientes marinas las arrastran hacia la orilla de las playas.
No se observa a ninguna autoridad, ya sea del Ayuntamiento Municipal, Ministerio de Turismo o del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales trabajar en su recolección para llevarlo a un lugar específico en donde se puedan aprovechar, como se ha establecido sobre las algas.
Sobre todo, este olor “pestilente” impacta negativamente en negocios, tanto de venta de comidas como de bebidas alcohólicas, ubicados en el área del malecón, pero las personas parecen estar ya acostumbradas con la presencia de las algas y con su olor hediondo característico.
Además, las personas acuden masivamente al malecón de Barahona, ubicado a lo largo y ancho del municipio, en donde se observan muy animadas compartiendo tragos o charlando con parientes, así como amigos como si no estuvieran rodeados por estas especies y su olor característico.
Además, el olor que se esparce por todo el municipio, penetra hasta las universidades, como es el caso de la UASD Recinto Barahona y Ucateba, en donde el profesorado, así como el estudiantado deben convivir con la catedra, así como el olor que en ocasiones se torna insoportable.
Se recuerda que el Centro de Investigación de Biología Marina (SIBIMA), establece que, como organismo vivo, el sargazo posee elementos fundamentales como carbono, oxigeno, nitrógeno y azufre, cruciales en la liberación de gases como metano y sulfuro de hidrógeno durante su descomposición orgánica, precisamente lo que expide el olor nauseabundo cuando esta estas están en proceso de descomposición.
El panorama sería diferente para las costas de Peravia, Santo Domingo, San Pedro de Macorís, gran parte de La Romana y La Altagracia, en donde el pronóstico muestra grandes cantidades del alga varada.
Se recuerda que hace un año Anamar adquirió un servicio satelital de detección y seguimiento de sargazo en aguas abiertas, a la empresa francesa CLS, pionera en el suministro de soluciones de vigilancia y control para la Tierra desde 1986.