Durante la noche de este Lunes Santo, varias cárceles francesas fueron blanco de ataques, al parecer «coordinados», según medios europeos y galos.
Vehículos incendiados, disparos y amenazas marcaron la jornada este martes y el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, confirmó los hechos y se dirige a Toulon, donde se registró uno de los incidentes más graves.
«Se han producido intentos de intimidación contra el personal de varias prisiones, desde quemar vehículos hasta disparar armas automáticas… Voy a Toulon para apoyar a los funcionarios afectados. La República Francesa se enfrenta al problema del narcotráfico y está tomando medidas que desarticularán masivamente las redes criminales», declaró Darmanin en la plataforma de medios sociales X.
El altercado más delicado se produjo en la ciudad de Toulon (sur, costa del Mediterráneo), donde se encontraron 15 impactos de bala en la puerta principal tras un ataque con un arma de asalto militar «tipo Kalashnikov», según dijo el sindicato de funcionarios de prisiones FO Justicia
La misma fuente explicó que «se incendiaron vehículos, se prendió fuego a las puertas de la cárcel e incluso se apuntó con armas pesadas» y en a ciudad de Aix, específicamente, se incendiaron dos vehículos y se dañó la puerta de la unidad local de vigilancia penitenciaria ERIS.
Tres vehículos, dos de ellos pertenecientes al personal penitenciario, fueron incendiados en el parqueadero de la cárcel de Villepinte, al norte de París, según una fuente policial. En el lugar se encontró un bidón de combustible, mientras las imágenes de las cámaras de seguridad mostraron a dos individuos incendiando carros.
También, se incendiaron automóviles parqueados en el exterior de otras tres prisiones, una cerca de París y dos en el sur de Francia, según otra fuente policial. Y, en la ciudad de Nancy, un funcionario de prisiones fue amenazado en su domicilio, mientras que en Marsella hubo un intento de incendio provocado.
Durante la noche del domingo al lunes, ya se habían provocado incendios en los parqueaderos de un centro de formación de personal penitenciario y de una cárcel cercana a París, indicaron varias fuentes.
Un funcionario de la administración penitenciaria muestró impactos de bala y las letras «DDFM» pintadas con aerosol en una puerta de la prisión de Toulon-La Farlede, antes de la visita del ministro de Justicia francés a La Farlede, cerca de Toulon, en el sur de Francia, el 15 de abril de 2025.
Las letras «DDPF», aparentemente un acrónimo de «derechos de los presos franceses», aparecían en muchos de los sitios atacados, lo que llevó a algunos medios de comunicación a especular con la posibilidad de que fuera obra de un grupo militante.
Wilfried Fonck, secretario nacional del sindicato llamado Unión Federal Autónoma Penitenciaria (UFAP), declaró a Reuters que desconocía la existencia de un movimiento de este tipo en las cárceles francesas y puntualizó que otro problema latente que afecta la seguridad es que el sistema penitenciario no dispone de personal suficiente para asegurar los perímetros de las prisiones «24 horas al día, 7 días a la semana».
La contención del narcotráfico y su respuesta
«Estos actos criminales son un ataque en toda regla a nuestra institución, a la república y al personal que sirve a la república cada día», declaró otro sindicado, el de la Fuerza Obrera del sector Justicia, que pidió una «respuesta firme y clara por parte del gobierno».
Los incidentes están siendo investigados por la Fiscalía Nacional Antiterrorista y la agencia de seguridad nacional DGSI también participará, dijo el fiscal.
El ministro de Interior, Bruno Retailleau, ha anunciado un «refuerzo inmediato» de la protección policial para los vigilantes de prisiones y los centros penitenciarios. «La respuesta del Estado debe ser implacable», ha añadido.
Para el gobierno lo ocurrido en las cárceles se relaciona directamente con la lucha contra el narcotráfico. Francia tiene incautaciones récord de cocaína y bandas que cosechan ganancias inesperadas del polvo blanco a medida que se expanden desde las bases tradicionales de poder en ciudades como Marsella a pueblos regionales más pequeños no acostumbrados a la violencia de la droga.
El Gobierno francés ha puesto en marcha un plan de acción contra el crimen organizado tras la oleada de violencia relacionada con el narcotráfico y la huida en mayo de 2024 del narcotraficante Mohamed Amra, ‘el Mosca’, en la que fueron asesinados dos vigilantes penitenciarios que le custodiaban, aunque Amra fue capturado finalmente en febrero en Rumanía, en el marco de una gran operación contra su banda en varios países, incluida España.
Intensificar la lucha contra los estupefacientes y la delincuencia relacionada con la droga ha sido una promesa de Darmanin y el ministro del Interior, Bruno Retailleau, en los últimos meses.
Entre las medidas propuestas, Darmanin planea construir nuevas prisiones de alta seguridad para aislar a los 100 principales mafiosos que dirigen sus imperios desde detrás de las rejas y quiere convertir en prisión de alta seguridad la de Vendin-le-Vieil, al norte de país, el próximo 31 de julio, para agrupar allí a un centenar de los criminales más peligrosos con dispositivos extremos de aislamiento.
Además, el Ejecutivo planea una acción específica contra los comercios que lavan dinero procedente del narcotráfico y un endurecimiento del tratamiento judicial para los narcodelincuentes menores de edad.
Los legisladores también están a punto de aprobar una nueva ley antidroga, que crearía una nueva fiscalía nacional contra el crimen organizado y otorgaría mayores poderes de investigación a la policía encargada de investigar a los narcos.