Benny Rodríguez
Monte Grande, erigido en el poblado del mismo nombre, es un proyecto de esperanza, pero, también, de vida. En esa obra, pobladores de la Región Enriquillo, cifran sus anhelos y sus sueños…. sobre todo, tienen la firme convicción de que a través de la presa darán el salto al tan esperado desarrollo.
Anhelo de décadas porque (hace más de 50 años el Suroeste exige su construcción), es una obra de trascendencia, pero una aparente falla en la supervisión durante el proceso de ejecución (de lo hecho hasta ahora), podría resultar en un problema para las comunidades a la que está llamada a proteger.
El exsenador Luis José González Sánchez, fue el primero en dar la “alarma” y ahora el ingeniero Leonardo Mercedes (Leo), corrobora la situación denunciada por el exlegislador de la provincia Bahoruco.
Según Mercedes comunidades de 3 de las 4 provincias que conforman la Región y Enriquillo: Barahona, Bahoruco e Independencia, se exponen una situación de impredecibles consecuencias sino se corrigen a tiempo algunas supuestas fugas que tiene el proyecto.
El especialista en asuntos hidráulicos, coordinador la Coalición Enriquillo, entrevistado en el programa “Impacto Mañanero”, que se difunde de lunes a viernes por la emisora católica radio Enriquillo, dijo que conocía desde hacía meses los supuestos problemas de filtración en la presa.
Cuestionó el desempeño comunicativo frente a la región del director ejecutivo del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), ingeniero Olmedo Caba Romano, porque entiende ya debió puesto al tanto a residentes de la zona sobre lo que realmente sucede “para evitar “alarma” en las comunidades.
“Desde hace algunos meses manejábamos la información e hicimos saber a la gente del Indrhi que debían informar “ellos” sobre esa situación, de tal manera que se pudiera evitar una alarma, porque estas (alarmas) siempre crean unos impactos negativos en la población”, expuso el líder social y comunitario.
Considera “irresponsabilidad” de Caba Romano, sobre todo, porque se está en la etapa de evitar o prevenir cualquier pánico cuando se accede a proporcionar datos verídicos, basados en fundamentos técnicos y científicos, “pero no se ha hecho nada en ese sentido”.
Gran desgracia
Admite que en una presa que se construye pueden darse filtraciones menores, las cuales se manejan desde el diseño mismo del complejo hídrico.
Indicó que los responsables del diseño del proyecto manejan un rango de (filtraciones) y de escape regular, entendiendo “que en ese rango no hay ningún peligro” o que la presa pudiera llegar a colapsar en el futuro.
Aseguró que, en caso de existir, sería una “responsabilidad exclusiva” del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), el cual puede resultar en una “gran desgracia” para la región.
“Entonces es importante entender qué está pasando y cuáles son las fugas que se están dando. Saber si el caudal de fugas en la parte baja del muro de la presa está dentro de esos rangos permitidos, según el diseño”, expuso.
Mercedes, admite que desconoce cuál es la magnitud del problema, porque no conoce su rango; argumentando que esa información la maneja el INDRI, como un “secreto de Estado”, pero dice resultarle “sintomático” de que el país tiene 34 presas y ninguna filtra.
“Esta es la primera que presenta fuga de agua. No se ha llenado completamente. Tampoco ha sido probada. Tampoco ha sido terminada, faltan todos los mecanismos operacionales, todos los componentes eléctricos. Todo eso falta”, expuso.
Un detalle importante
Preguntado por los panelistas del espacio radial, liderado por Bienvenido Heredia Batista e integrado por Alcibíades Morera, Héctor García, José Ariel Féliz, Omayra Mañán y este reportero, sobre las fallas tectónicas y geológicas del terreno, las cuales se formularon previo al inicio de la construcción de la presa de Monte Grande, pero sin dársele la atención debida, dijo ese pudiera ser un elemento.
Admite que ese es uno de los problemas a tomar en cuenta, tras recordar que Leonardo Marcelo Jorge, a quien calificó como uno de las autoridades más consagradas de la hidráulica y agrología en nuestro país, expresaba que “ahí hay un maco”.
“Ustedes recuerdan que la primera presa que se habló fue la de Quita Coraza; es decir, el lugar de ubicación inicial era Quita Coraza, pero esa fue rechazada, precisamente porque los materiales y la calidad del suelo y el subsuelo existente ahí no eran adecuados”, dijo.
Recordó que Jorge, afirmaba que toda esta franja no era apropiada para construir presas, “él decía que no se debía hacerse, porque, además, hay una falla que pasa relativamente cerca de la zona, que es la falla que va a Puerto Príncipe, lo cual representa un riesgo que, también, dice debe tomarse en cuenta.
Un peligro enorme
Dijo que el problema de la fuga en el Proyecto Múltiple Presa de Monte Grande representa un “serio peligro” por el comportamiento del agua cuando se estanca o está represada en un sitio.
“Si le dan agua aquí ¿qué es lo que hace? busca salir y va rompiendo; esto se llama tubificación. Termina llevándose lo que está por delante cuando el agua es en masa”, explicó.
La capacidad de almacenamiento de la presa es de unos 365 millones de metros cúbicos cuando está a una cota determinada, pero aún le queda capacidad para unos 400 millones de metros cúbicos de agua.
No hubo supervisión
Leonardo Mercedes (Leo), aseguró que en la construcción de la presa no hubo una supervisión rigurosa, la que atribuye esa falta a que la empresa que la supervisaba era, también, brasileña.
Otro elemento importante –señala- es que la presa tiene un núcleo de asfalto para garantizar o darle mayor impermeabilidad al muro de la presa) por ingenieros y personal técnico del proyecto, el núcleo de asfalto no se completó hacia el extremo por donde fluye el agua debajo de la presa.
“Lo dejaron a menos de un metro para completarlo, al punto que no llegaron hasta el nivel que debía alcanzar el núcleo de asfalto, porque la abertura se paró ahí, precisamente en el anclaje de la parte con la pared izquierda”, explicó el ingeniero Mercedes.
Explicó que, si el núcleo asfáltico “no baja hasta abajo”, ya que debe ser una pantalla de suelo compactado, “el agua se escapa por cualquier pequeño orificio que haya”, lo cual, afirma plantea una preocupación importante.
Considera crucial entender que una fuga o filtración representa un riesgo para la estabilidad de la obra, por lo que -dice- se requiere de un “monitoreo permanente” y de “control” sobre esa fuga porque es fundamental observar su comportamiento: “si crece el problema o aumenta su magnitud podría llevar a consecuencias mayores”.
Hay mecanismos y equipos -dice- para medir la salida de agua, pero asegura que no son “chorritos”; son varios metros cúbicos de agua que salen por debajo de la pared.
Toda la región sería impactada
“Dios nos libre, porque la tragedia sería terrible”, tras señalar que nos imaginemos 350 millones, 360 millones, incluso, 400 millones de metros cúbicos de agua suelta.
Dijo que partir de una altura de más de 100 metros sobre el nivel del valle, cuando el lago Enriquillo tiene menos 40 metros bajo el nivel del mar, la comunidad más próxima tendría un riesgo muy alto al igual que otras un poco más lejos.