Un juez federal bloqueó este viernes temporalmente el plan del presidente Donald Trump, de obligar a miles de empleados de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés) a dejar sus puestos con una baja administrativa.
La orden iba a entrar en vigor justo antes de la medianoche y la cadena NBC apuntó que el magistrado Carl Nichols, del Tribunal de Distrito para el Distrito de Columbia, tomó la decisión tras haber escuchado los argumentos de la Administración republicana y de dos grupos representantes de trabajadores federales.
El plan gubernamental contemplaba una baja para los 2,200 empleados en el país y retirar a casi todos los trabajadores en el extranjero en un plazo de 30 días.
Cerca de 2,200 empleados habían recibido comunicación sobre la obligación de acogerse a la baja administrativa antes de las 23-59 hora local (04-59 GMT del sábado), aunque 500, según indicó un abogado del Departamento de Justicia en la corte, ya habían dado el paso.
The New York Times (NYT), influyente periódico norteamericano, había adelantado que en cumplimiento de la directriz del líder republicano, Usaid iba a recortar drásticamente sus efectivos hasta el punto de eliminar la práctica totalidad de sus 10,000 empleados y salvar solo 290 puestos considerados “esenciales».
De acuerdo a esa información, se quedaban al margen de las excedencias un pequeño número de quienes se dedican a actividades de salud (77) y asistencia humanitaria (78), mientras que las oficinas de Usaid centradas en la ayuda directa a otros países estaba previsto que quedaran reducidas a 12 personas para África, 8 para Latinoamérica y Caribe y 21 para Oriente Medio y Asia.
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio es quien dirige ahora Usaid.