Scharazade Rodríguez
El agua, un recurso invaluable y necesario para el ser humano, es escasa en barrios de Herrera, Santo Domingo Oeste.
“Vivimos en una sequía constante. Tenemos 10 meses que no nos llega el agua”, dijo uno de los moradores, que prefirió que no se revelara su nombre. Mientras en la calle vociferaban el “anhelo” de tener agua de manera constante para suplir sus necesidades diarias en sus hogares.
En algunos lugares de la calle México, perteneciente al sector, el agua llega en ocasiones una o dos veces por semana. Logrando esto el “conformismo” de alguno de los moradores, ya que prefieren recibirla esa cantidad de veces que no recibirla ningún día a la semana, como pasa en otros lugares del sector.
Según los pobladores, el presidente de la República, Luis Abinader, y el alcalde de turno, Francisco Peña, los han “abandonado”. Sintiendo la presencia de estos solo en las campañas políticas.
Sin embargo, la escasez en el sector ha sido denunciada en pasadas gestiones. En junio del 2007 en la gestión del exmadatario Leonel Fernández, un grupo de mujeres protestaron durante más de una hora, encendieron neumáticos y lanzaron consignas contra las autoridades, en protesta por la falta de agua y las prolongadas interrupciones de la energía eléctrica.
En el 2008, amenazaron con lanzarse a las calles una vez más para que se restablezcan los servicios, ya que las labores de los hogares eran afectadas, así como los negocios y la seguridad de la población. Actualmente, el sector está viviendo las mismas problemáticas que antes les afectaba.
Los camiones distribuidores de agua pasan por las diferentes calles del sector para venderles a los moradores que pagan alrededor de $1,600 a $2,000 dependiendo si lo que llenará será una cisterna o un tinaco.
Una delegada de la CASD distribuía agua en algunas viviendas, dado que en la zona de Buenos Aires llevan 10 meses sin obtener el abastecimiento de agua potable. “Ella nos ayuda cuando nosotros la necesitamos, pero esto está fuerte”, expresó Carlos Martínez.
El presidente de la Junta de Vecinos, Ramón Boitel, denunció que no solo el agua y la energía eléctrica es un “problema para el sector” también un registro de agua residuales que persiste en la calle 3 esquina 12 de Buenos Aires, que hace que cuando llueve, las casas se inunde y sea difícil de transitar.
Boitel indicó que en campaña política Francisco Peña llevó una maquinaria retroexcavadora para hacer el trabajo, pero una vez que fue electo ya no hizo más nada.
“Ya pasó la campaña, como dije, ya está en su sitio bueno, ya no ha vuelto jamás por aquí”, expresó al referirse a Peña.
Mientras que en la calle Libertador que sale al banco un sistema de alcantarillado está abierto, logrando el cúmulo de desechos que provoca gusanos y las salidas de ratones cuando llueve.
Francisco Peña tomó posesión de su cuarto mandato al frente de la Alcaldía de Santo Domingo Oeste en abril del pasado año, en el cual aseguró que cumplirá con todo lo que prometió en campaña y exhortó a todos los munícipes de Santo Domingo Oeste a unirse.
Los apagones
“Ahora mismo me está llegando la factura en $5,000 y $6,000 y solo tengo este pequeño freezer”, manifestó Sofía Robles al quejarse por el elevado precio de la electricidad y los apagones que sufren diariamente.
Los moradores expresaron que los altos costo de la factura de la energía eléctrica no va acorde a los apagones que están recibiendo.
“El presidente prometió un cambio y ahí está el cambio”, dijo a los lejos un ciudadano que pasaba con un botellón de agua.
A pesar de que el ministro de Energía y Minas, Joel Santos, dijera que los apagones solo será en la mañana y no más de 4 horas, en el sector Herrera según moradores se va desde la mañana y llega en la noche.
En LA Semanal con la prensa Santos explicó cómo sería programado los apagones en el país.
«Lo reitero, este programa tiene como objetivo el mejorar la cobranza», señaló el ministro e indicó que el sector energético tiene pérdidas de más de un 50 %, las cuales procuran sanear.
«Los llamados cortes de energía solamente son durante el día y pueden alcanzar entre dos horas y cuatro horas, no más de ahí y, de hecho, se está avanzando en un plan de que las EDE comiencen a informar con anticipación estos cortes»