A eso de las 10:30 de la mañana (de este viernes) llegó Nicolás Maduro Moros a la sede de la Asamblea Nacional para tomar juramento como presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, acompañado de dignatarios y más de cien representaciones diplomáticas de todo el mundo.
En ese importante momento amigos de Venezuela acompañaron al presidente del país caribeño, en el cual Nicolás Maduro, en sesión solemne, tomó el juramento de ley. Acto al que asistió el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Al rato de tener puesta sobre su cuerpo la banda presidencial -confeccionada con manos de mujeres humildes de los barrios caraqueños-, se escuchó el Himno Nacional de la nación suramericana, interpretado por orquesta y voces jóvenes.
En el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo Maduro firmó el Acta de Juramentación, con lo que dio inicio al periodo presidencial del 2025 al 2031. “Hemos cumplido con esta Constitución; la Constitución que nació de nuestras manos, del hombre y de la mujer de a pie”, dijo el dignatario en los primeros momentos de su alocución.
Y entonces recordó el legado de Simón Bolívar; y saludó a todos: a los dignatarios; y también hizo una reverencia a los pueblos originarios; “a mi clase obrera, siempre leal”; a los movimientos campesinos, de pescadores; a los estudiantes, a las mujeres; a los movimientos comunales, vecinales, de barrio; a los artistas”.
Saludó a toda la comunidad nacional; y a los más de dos mil delegados de más de 120 países que están en Venezuela y que toman parte en el Congreso Mundial Antifascista que ha nacido desde Caracas.
“He jurado con la fuerza y el compromiso demostrado en todos estos años de lucha”, afirmó Maduró, quien seguidamente trajo a colación al Comandante Hugo Rafael Chávez, porque a él ha “jurado lealtad absoluta”, la ha jurado a su “legado y sueños que no son más que sueños de gigantes”.
Chávez -valoró el mandatario- hizo la proeza histórica de traer al siglo XXI las ideas de los hombres y mujeres que a caballo echaron al imperio español de las tierras sudamericanas. Y a los que “gustan tirotear a Venezuela desde el exterior”, a los traidores a la patria, dijo: “Nosotros somos los constructores de esta Constitución”.
La Constitución, enfatizó, “nació a pesar de ustedes, oligarcas”: es una Constitución, definió, que nació a contrapelo de las conspiraciones imperiales, que fue escrita por el pueblo, que ha sido defendida por el pueblo.
Maduro Moros destacó que se ha cumplido con la Constitución, y que Venezuela está en paz, en pleno ejercicio de su independencia nacional.
Al hablar sobre el pueblo venezolano, subrayó su “resistencia heroica, maravillosa contra todas las formas de dominación, contra todos los imperialismos”. Ante ese pueblo, Maduro dijo: “Jamás los traicionaré”. E hizo hincapié: “Que nadie se confunda con el pueblo de Venezuela, que nadie se confunda con nosotros”.
El presidente destacó el concepto de que los venezolanos son guerreros de la historia, los cuales sabrán garantizar la paz y la soberanía nacional, por siempre. Y a propósito del acto de investidura de este 10 de enero, habló de un momento de muchas emociones. Desde el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, Maduro Moros saludó a la familia de Hugo Chávez, “padre y hermano de todos los patriotas” del siglo XXI venezolano. “Cuando me colocaron esta banda -confesó- sentí un peso grande; en este momento lo siento”.
No he sido ni seré jamás de las oligarquías; tengo un solo dueño; mi corazón está entregado a una sola fuerza: el pueblo de a pie, el pueblo trabajador. Así aseveróMaduro Moros, quien destacó también el valor de “saber dónde estamos parados”.
Si estamos aquí, dijo, es porque el Estado venezolano en su conjunto ejerció su derecho a la legítima defensa frente a una conspiración mundial pública del poder de los Estados Unidos y de sus satélites y esclavos de América Latina. Fueron esos adversarios -denunció el dignatario- quienes convirtieron la elección presidencial de Venezuela en una elección mundial: “El pueblo de Venezuela le ganó al imperialismo y a su diplomacia de engaño”, afirmó.
“No pudieron con nosotros, ni ustedes ni nadie van a poder con este pueblo”, aseveró Maduro en claro mensaje a quienes están en contra del proceso bolivariano. Y resaltó que así será porque no se trata de un hombre, no se trata de Maduro, sino de un pueblo que se crece en un hombre.
Somos guerreros y siempre nosotros venceremos, “no nacimos el día de los traidores, de los cobardes”, alertó el mandatario, quien reflexionó que ahora “el imperialismo se volvió loco, entró en una etapa de desquiciamiento”.
Esta toma de posesión no la pudieron impedir, y es una gran victoria venezolana, de los que quieren la paz, valoró Nicolás Maduro, quien dijo que “nunca antes había visto una conspiración como la que estamos derrotando”. En ese momento hizo referencia a los presidentes Daniel Ortega y Díaz-Canel, quienes -reconoció- lideran naciones que llevan décadas luchando contra la supremacía y las conspiraciones del imperio.
“Somos un proyecto histórico, democrático, eminentemente popular, que se fue conformando a partir de sucesos que cambiaron la historia de Venezuela a finales del siglo XX”, definió Maduro Moros, quien destacó que la ideología de la patria bolivariana no es importada, sino que nació de las raíces de las luchas.
“Nosotros los bolivarianos, los chavistas, somos de verdad, tenemos nuestra fuerza propia, y la historia de Venezuela se seguirá escribiendo de manera determinante”, expresó el dignatario, quien también definió al pueblo como un “ser viviente”.
Parte de la alocución fue dedicada a pasajes históricos en que la falta de unidad hizo fracasar aspiraciones emancipadoras en Nuestra América. “Tenemos una gran misión”, dijo el mandatario; y habló entonces de salvar a la Celac de las intrigas y del divisionismo.
En cuanto a Venezuela, razonó: “Debemos unirnos cada vez más para nuestra reconstrucción”. Anunció que por delante hay grandes tareas, “que nos convocan y nos deben unir”.
Maduro Moros se definió como un hombre de diálogo, que sabe escuchar y aprender: “Creo en el diálogo como la forma más hermosa para comprender la diversidad de lo que es el existir humano”. Y entonces alertó sobre las “corrientes negacionista que nos quieren matar, que quieren eliminar las ideas de patria y de república”.
Finalmente convocó a todos los sectores del país a una gran jornada de diálogo incluyente, “para que avancemos juntos hacia una gran reforma constitucional”, que democratice más.
Leales siempre, traidores nunca
Con la banda presidencial sobre su cuerpo, el presidente electo de la República bolivariana de Venezuela estuvo al frente, durante la tarde de este viernes, en el acto con motivo de reconocimiento y reafirmación de la lealtad al comandante en jefe Nicolás Maduro Moros.
“No soy de la oligarquía ni acato órdenes del imperialismo”, expresó Maduro este 10 de enero ante la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, ese bloque cardinal de una Revolución que las fuerzas de derecha no han podido derrotar.
En una vistosa ceremonia que tuvo lugar en la Academia Militar del Ejército Bolivariano y que contó con la presencia del presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el dignatario anfitrión dijo sentirse orgulloso de ser el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, porque en sus responsabilidades lo ha colocado la voluntad del pueblo.
El espíritu de la tarde fue el de la lealtad a la causa chavista y a las raíces ancestrales, y el de defender la patria ante las apetencias de quienes pretenden tener la supremacía del mundo. En más de un juramento quedó explícita la elección de defender la paz y el futuro de la hermana nación venezolana.