Tomás Aquino Méndez
Sentí gran satisfacción cuando los jóvenes organizadores de los torneos de voleibol y baloncesto de mi adorado Tamayo, me comunicaron sus propósitos.
El anuncio trajo a mi mente mis años mozos. Tiempos en los que cada uno de los barrios en los que territorialmente estaba dividido Tamayo, para ese entonces, poseía un club cultural y deportivo. Para la época era “normal” el intercambio deportivo.
Los torneos eran frecuentes y las “rivalidades “ sanas eran las que motivaban a nuestra juventud. La integración de la ciudadanía era hermosa. Siempre limitada al campo deportivo.
Cuando nos juntamos los adultos de hoy, jóvenes de entonces, nos poníamos nostálgicos y hasta preocupados. Sentíamos que nuestros jóvenes estaban por otros rumbos, en ocasiones, no los más saludables.
Es por eso que, en el entusiasmo mostrado por estos jóvenes, vi reflejada a mi generación. Siempre he tenido la fe puesta en el nacimiento de figuras que se esfuercen por tomar los caminos correctos en los pueblos, con la visión puesta en el rescate de los valores positivos de nuestra sociedad.
Cada época. Cada generación. Todo proceso de vida trae sus cosas negativas y positivas. Las sociedades siempre avanzan, aunque a veces parecen estancarse y hasta retroceder. Al final las cosas fluyen. Aquello que aparentemente nos hizo daño, sirve para darnos fuerza y avanzar con más ímpetu y seguridad.
Adelante jóvenes tamayenses, el futuro les pertenece . Son mas las luces que las sombras. Esperamos que este sea el primer paso para que el voleibol y el baloncesto, devuelvan a nuestro pueblo el bien ganado respeto deportivo en la región y el país.