Este 25 de noviembre el mundo recuerda el Día Internacional de Eliminación de Violencia contra la Mujer, pero la problemática está lejos de acabar. En la región, al menos 11 mujeres fueron asesinadas cada día en 2023, según los últimos datos recopilados por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG)
La violencia machista es uno de los problemas más graves en materia de derechos humanos, pese a avances legislativos en países como Chile o México.
Al menos 3,897 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 27 países y territorios de América Latina y el Caribe en 2023. Se trata de al menos 11 asesinatos contra mujeres, por razón de género, cada día. Así lo subrayan los últimos datos recopilados por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG), de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Este número doloroso e inaceptable nos recuerda que, a pesar de los avances en leyes y protocolos, el feminicidio sigue presente en nuestra región y es la expresión extrema de los patrones patriarcales y violentos.
«Es tiempo de actuar con sentido de urgencia”, señaló José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre, fecha que inicia la Campaña Únete, con 16 días de activismo que culminan el 10 de diciembre.
A la violencia machista se suma la impunidad que la rodea. De acuerdo con los organismos especializados, la mayoría de ese tipo de crímenes permanecen sin castigo contra los responsables, debido a factores culturales, sociales y económicos que mantienen la desigualdad.
Entre el 63 % y el 76 % de las mujeres en América Latina han sufrido algún tipo de violencia por parte de parejas o familiares en algún ámbito de su vida y, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 4 mujeres en la región ha experimentado violencia física y/o sexual por parte de su pareja al menos una vez a lo largo de su vida.
Como si fuera poco, las niñas y adolescentes también se encuentran especialmente expuestas a la violencia de género con los matrimonios y uniones infantiles, tempranos y forzados, que afectan a 1 de cada 5 niñas en la región, resalta la CEPAL.
A nivel global, 736 millones de mujeres han sido víctimas de violencia física y/o sexual alguna vez en su vida, según ONU Mujeres.
Actualmente, todos los países y territorios de América Latina y el Caribe cuentan con leyes dirigidas a prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres; 14 países han adoptado leyes integrales que amplían la comprensión y rango de acción frente a esta verdadera “pandemia en la sombra” y 19 países han aprobado leyes y protocolos que penalizan el femicidio, feminicidio o las muertes violentas de mujeres por razón de género, destaca un comunicado de la CEPAL.
Pese a los avances en materia legislativa, la problemática sigue azotando a miles de mujeres que sufren violencia física, psicológica y sexual diariamente en sus hogares y comunidades.
Ese tipo de delitos contra mujeres y niñas persistes y se extienden en la región, lo que causa una grave violación en materia de derechos humanos, remarca la CEPAL.
¿Las razones?
Expertos subrayan que responde a una diversidad de factores: patrones patriarcales y de violencia, falta de recursos económicos por parte de las víctimas, corrupción e incumplimiento de las normas trazadas.
Las denuncias y la visibilización de ese tipo de agresiones y feminicidios siguen siendo clave en un intento por prevenir y/o castigar esos crímenes. En esos esfuerzos movimientos como “Ni Una Menos” se han convertido en un trabajo fundamental en las sociedades para exigir medidas más efectivas.