El «tan tan» de ollas y cacerolas se escuchó en Santo Domingo, capital de la República Dominicana, así como en todo el territorio nacional un mecanismo pacífico y legal con el que cientos de miles expresaron su rotundo rechazo a la reforma fiscal que el gobierno de Abinar impulsa y que afectaría el bolsillo, sobre todo, de la clase media, así como de los menos pudientes.
Residentes de sectores de Santo Domingo sonaron anoche (domingo) sus cacerolas en desacuerdo con la reforma fiscal promovida por el Gobierno.
Con esta el Poder Ejecutivo pretende recaudar miles de millones de pesos para bajo el pretexto de invertir en áreas vitales de la deuda a la sociedad dominicana.