Benny Rodríguez
El Proyecto Múltiple Presa de Monte Grande (PMPMG), una exigencia de décadas de pobladores del Suroeste, fundamentalmente por tres de las provincias que conforman esa región: Barahona, Bahoruco e Independencia, surgió como una importante iniciativa para desarrollarlo, sobre todo, porque viene a constituirse en un dique de contención para la furia de la naturaleza cada temporada ciclónica, una desgracia que sufrían hombres y mujeres de la zona cada año.
Otro elemento importante de Monte Grande, una obra fundamental para la vida de pobladores de la Región Enriquillo, es que pondrá a parir más de 700,000 tareas de vocación agrícola que, según el director ejecutivo del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Olmedo Caba Romano, el Proyecto Múltiple cumple la función para la cual fue ejecutada.
Aunque Caba Romano solo cita el beneficio directo: control de las inundaciones que provocaban desgracia en la región cada temporada ciclónica, no todo es “color de rosa” porque el proyecto causa molestias, desesperación y sufrimiento para las 560 familias de Azua y Barahona, despojadas de sus tierras, como de sus casas para dar paso a la construcción del “metro del Suroeste”.
Esas casi 700 familias aún esperan por ser asentadas con la entrega de al menos 10 tareas cultivables, pago de más de 300 millones de pesos, por concepto de indemnización por el despojo de sus tierras y de sus cosechas, así como muchos otros males más existentes en el centro poblado.
Sin embargo, para el funcionario del gobierno Abinader, el Proyecto Múltiple Presa de Monte Grande, ya está ejecutando su función para la cual fue ejecutada.
“Sobre todo, con la regulación para las inundaciones. Lógico, ya no va a haber esa sorpresa, ese temor de que cuando corría había inundaciones grandísimas”, dijo Caba Romano al ser entrevistado en el programa “D´agenda”, que cada domingo conduce el periodista Héctor Herrera Cabral, por Colorvisión, Canal 9.
Según el director ejecutivo del Indrhi, el control de las inundaciones está dentro de los objetivos y de las metas que motivaron la construcción de la presa.
“Y hay otro aspecto que es fundamental, que es el agua potable. Actualmente, lo que es el sistema de agua potable Asuro, que tiene que ver con agua para la provincia de Barahona, Bahoruco e Independencia, que se alimenta de una toma de pozos, directamente del Yaque del Sur”, que ocurría antes de la presa”, dijo.
Indicó que el río Yaque del Sur, está en una zona de mayor “estrés hídrico” del país, “porque es la zona de menos lluvia y de menos pluviometría del país, sin embargo, señala una zona de alta producción agrícola.
Afiurmó que ese “estrés hídrico” que existe en esta parte de la República Dominicana la presa Monte Grande va a resolver esos problemas en un buen porcentaje, tanto de agua potable como para riego.
Trabajan en la parte final
Tras los cuestionamientos a lo inaugurado en enero de este año por el presidente Luis Abinader, asegurando la presa de Monte Grande no cumple los objetivos ni los criterios para el cual se exigió, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que financia el PMPMG, aseguró esa misma fecha en que se entregó el embalse, dijo que los restantes componentes estarían listos en tres años, es decir, cuando casi finaliza el presidente su segundo período de gobierno.
Gisela Sánchez, presidente ejecutiva del ente financiero regional, explicó que han financiado US$249,600,000, mientras la contrapartida del Gobierno asciende a US$200,000,000, aproximadamente, sin embargo, Caba Romano señala trabajan ya en la parte final, citando la instalar de una toma directa desde la presa hacia el Acueduto Regional del Suroeste (Asuro).
“El diseño original tenía solo dos metros cúbicos, pero el presidente quería reforzar esa parte y vamos a tener ahora 3.5 metros cúbicos de agua, o sea, agua suficiente, yo diría, por los próximos 50 o 60 años en esa zona del país”, dijo.
Reiteró la presa ya hace su función, despachando actualmente alrededor de 20 a 25 metros cúbicos de agua, tras revelar habló con dirigentes de productores agrícolas de la zona de Barahona y Tamayo, quienes le decían que no tenía problemas de agua para el regadío.
“Además de que hemos tenido un año relativamente húmedo, ellos no le han faltado un metro cúbico de agua. Porque precisamente esa es la función de la presa”, dijo.
Como no hay canales para enviarla, ante la pregunta de Herrera Cabral de ¿cómo la nalizan?, Caba Romano, dijo lo hacen por el desagüe de fondo de la presa, hasta que se determina la construcción de la turbinación de la generadora, en referencia a la turbina de la hidroeléctrica, la cual aún no se ha terminado.
Admitió aun faltan las obras complementarias de la prensa, las cuales resultan fundamentales para el funcionamiento general del complejo hídrico.
“Ahora venimos con los canales, los canales que van a beneficiar a la provincia de Barahona y Bahoruco y parte de la provincia Independencia. Eso es a lo que nosotros denominamos como las obras complementarias”, dijo.
Olmedo Caba Romano, reveló trabajan en esas partes (obras complementarias), entre las que citó las turbinas de la hidroeléctrica, la línea de agua potable para el Asuro y la línea para agua de riego para impactar positivamente la producción agrícola.