Alejandro Arcos Catalán, presidente municipal de la ciudad de Chilpancingo, capital del Estado mexicano de Guerrero, fue asesinado la tarde de este domingo según informó la Fiscalía General del Estado (FGE). Mientras que hace tres días había sido asesinado su secretario general de gobierno Francisco Tapia.
Las autoridades locales detallaron que la cabeza del alcalde fue localizada en el techo de una camioneta blanca, mientras que el cuerpo estaba en el interior del mismo cubierto con una sábana.
Jesús Zambrano, presidente del Partido de la Revolución Democrática sostuvo que el hecho es «una muestra más de la ausencia de gobernabilidad» en el estado que se encuentra «claramente en manos de la delincuencia».
Al igual, Zambrano expresó a través de sus redes sociales su solidaridad a su esposa, familiares y amigos, “le exigimos a la presidenta Claudia Sheinbaum que tome medidas y castigue este asesinato político en este narcoestado sureño”.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, ha emitido un comunicado condenando «de manera enérgica» el asesinato de Arcos. «Su pérdida enluta a toda la sociedad guerrerense y nos llena de indignación», ha señalado.
Tras asumir el cargo, Arcos Catalán aseguró que su principal compromiso era “garantizar la paz y la seguridad en el municipio” y que esto lo cumpliría “de la mano del Ejército Mexicano”.
La violencia criminal en Guerrero y en la capital Chilpancingo ha ido en aumento en los últimos años con disputas constantes de grupos del crimen organizado por el control territorial para el trasiego de drogas, extorsión y otros delitos.