El número de víctimas mortales, producto del ataque armado perpetuado por uno de los grupos al margen de ley que controlan amplio espacio territorial de Haití, en Pont-Sondé, aumentó, según medios haitianos.
Ante la ausencia de la cifra oficial de las autoridades locales, Bertide Horace, residente de la localidad de la masacre, sostuvo que el ataque criminal causó alrededor de 54 muertos y varias decenas de heridos.
Según el actor de la sociedad civil, la banda armada «Gran Grif» de Savien, atacaron la localidad de Pont-Sondé (bajo Artibonite) la noche del pasado miércoles 2 al jueves 3 de octubre de 2024.
“Los trágicos acontecimientos comenzaron cuando un grupo de conductores de Pont-Sondé se negaron a pagar las exorbitantes tarifas exigidas por la banda en el peaje del Carrefour Pèye. Los autobuses pagan un impuesto de 2.500 gourdes y motocicletas 500 para utilizar las carreteras controladas miembros de esa bandidos», se informó.
Esta resistencia ciudadana a esta exigencia de la banda provocó la ira de su líder Luckson Élan, quien comenzó a disparar contra indefensos ciudadanos y ciudadanas de esta localidad, segú comenta Horace.
Precisó que el líder de la banda había advertido, durante las amenazas pronunciadas unos días antes, que se esperaban represalias en caso de que se negaran a pagar el impuesto ilegal de cobro para poder transitar las vías de la localidad.
El miércoles 2 de octubre, día de mercado en Pont-Sondé, se registraron tensiones palpables en la comunidad. Luckson Elk ya había intensificado sus amenazas contra los habitantes y el clima de miedo no hacía más que aumentar.
Al día siguiente, alrededor de las 3 de la madrugada, los miembros de esta temible banda llevaron a cabo su plan criminal contra una población, narra la señora Horace, que estos entraron a la localidad sin encontrar resistencia, «ni siquiera por parte de las fuerzas policiales presentes».
“El ataque provocó un número alarmante de víctimas: 54 personas murieron y muchas resultaron heridas, que tuvieron que ser evacuadas urgentemente a los hospitales de Saint-Marc para recibir tratamiento», relató.
Testigos describen esta situación desgarradora como una escena de caos, dolor y desesperación, mientras la comunidad intentaba hacer frente al horror de la matanza, mientras se escuchaban gritos de las víctimas y el miedo omnipresente sumergieron a Pont Sondé en una atmósfera de terror, con familias y seres queridos afligidos por el terror.
No es casual la violencia
La violencia no es un incidente aislado, pues informes indican que Pont-Sondé ha sido escenario de violencia similar en las últimas semanas. “A principios de semana, la banda “Gran Grif” ya había matado a cuatro personas en el Carrefour Cadeau e incendiado varias casas y vehículos en la zona de Savary Grasset».
«Estos actos de violencia son sólo una parte de una dinámica más amplia de terror orquestada por grupos criminales que explotan la ausencia de autoridades y seguridad”, según Horace.
A su suerte
Tras la masacre, la población quedó abandonada a su suerte, lamentó Bertide Horace.
Con impotencia se quejan de que los agentes de policía presentes en la comisaría más cercana no intervinieron para repeler a los criminales y el vehículo blindado estacionado en Verrettes no pudo llegar al lugar en ese momento del ataque.
“Llegaron refuerzos hasta más tarde para ver los daños”, informó, y agregó que todas las víctimas recibieron disparos en la cabeza.