Tomás Aquino Méndez
La intención de reformar la Constitución, para reducir el número de legisladores en el Congreso “parece” positiva. Con la crisis económica que vive el país, cada propuesta para “ahorrar” un dinerito motiva a apoyar esa iniciativa.
Sin embargo CASTRAR la voluntad popular para ahorrar 800 o mil millones de pesos no me parece acertado. Se habla de eliminar 53 diputaciones porque beneficia.
Pero se justifica aumentar otras diputaciones ¿Por qué? No compro la idea de que la reducción será favorable, porque se le quitará al votante el poder escoger 53 legisladores, pero se le dará al “dedo” de la dirigencia de los partidos el poder de escoger 20 “diputados” nacionales, más 20 de Parlacen.
Tal parece que la idea es despojar al elector de la posibilidad de escoger sus representantes. A eso me opongo. Otra sugerencia que no asimilo es la unificación de las elecciones, basada también en “economizar recursos”.
Me sumo a las voces que abogan por elecciones municipales separadas de las presidenciales. Creo que deben tener dos años de distancia. Así se daría al votante el derecho de escoger sus autoridades municipales con más independencia. En esas elecciones municipales agregaría que se incluya votar por el gobernador provincial.
Eso daría más legitimidad a ese funcionario, que en este momento es designado por el dedo del presidente de turno. Ahora que el Presidente quiere REFORMA para “despojar” al ejecutivo de una parte de su poder, caería bien que se desprenda de escoger al gobernador y ponga esta posición en manos del soberano, el día de las elecciones municipales. Aunque yo creo INNECESARIAS las reformas en este momento, si se van a hacer de todas maneras, estas son mis sugerencias: ELECCIONES SEPARADAS, GOBERNADOR ELECTO POR VOTO POPULAR Y CERO REDUCCION DE LEGISLADORES.