El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó por primera vez a Ucrania a usar armamento estadounidense para realizar ataques sobre territorio ruso, específicamente para defender la asediada ciudad de Járkiv, según informaron funcionarios estadounidenses.
«El presidente recientemente ordenó a su equipo que garantice que Ucrania pueda utilizar armas estadounidenses con fines de contraataque en Járkiv, de modo que Ucrania pueda responder a las fuerzas rusas que los atacan o se preparan para atacarlos», dijo un funcionario estadounidense a BBC News.
Esta decisión implica un giro de la política que ha seguido la Casa Blanca desde el inicio de la guerra lanzada por Vladimir Putin contra Ucrania y responde a la intensificación de una ofensiva rusa contra la segunda ciudad más grande de Ucrania.
Esta decisión no cambia, sin embargo, la política de Washington de no permitir ataques de largo alcance dentro de Rusia.
«Nuestra política con respecto a la prohibición del uso del Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS, por sus siglas en inglés) o de ataques de largo alcance dentro de Rusia no ha cambiado», dijo el funcionario estadounidense a la BBC.
A pesar de ello, es probable que Moscú vea la nueva medida como una escalada.
Las fuerzas rusas han logrado avances en la región de Járkiv en las últimas semanas después de una ofensiva sorpresa en la zona, cerca de la frontera con Rusia.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que misiles y lanzamisiles procedentes de su país podrían ser usados -siguiendo parámetros estrictos- en contra de tropas y artillería rusas desplegadas al otro lado de la frontera de Járkiv y contra aviones rusos que lanzan bombas hacia la ciudad desde dentro del territorio ruso.
Cuando CBS, el socio estadounidense de la BBC, preguntó si la nueva política incluía atacar aviones rusos, un funcionario estadounidense dijo: «Nunca le hemos dicho [a Ucrania] que no pueden derribar un avión ruso sobre suelo ruso que viene a atacarlos».