Oscar López Reyes
Con una demoledora derrota de los candidatos del PLD, que cobija en su pecho a decenas de encausados en escandalosas industrializaciones de corrupción, culminó la liza electoral del 19 de mayo de 2024, en la que fue reelecto con una crecida cuota de poder el presidente Luis Rodolfo Abinader Corona, quien inmediatamente convocó a una cumbre con los contendientes, buscando consensuar próximas reformas estructurales.
Abel Martínez y Leonel Fernández, candidatos presidenciales del PLD y la Fuerza del Pueblo, con franqueza y madurez se adelantaron a la declaratoria de la Junta Central Electoral (JCE) y saludaron el triunfo de Abinader Corona, en un signo del progreso democrático dominicano. Todavía hacen mutis, quizás porque quedaron sin fuerza ni ánimo, los otros postulantes: Roque Espaillat, de Socialista Cristiano (PSC); Fulgenio Severino, de Patria para Todos; Carlos Peña, de Generación de Servidores (Gens); María Teresa Cabrera, del Partido Frente Amplio; Virginia Antares, de Opinión Democrática (OD) y el tristemente célebre Miguel Vargas Maldonado del PRD.
En un radar en baja frecuencia, con incidentes ridículos y los partidos amasaron más de 5 mil millones de pesos que no gastaron -y posiblemente tampoco expliquen jamás sus destinos- testificaron el torneo unos 500 observadores internacionales y de Participación Ciudadana, más de 20 mil miembros de la Policía Militar Electoral y 125 fiscales con 400 policías para perseguir los delitos comiciales.
El PLD se derrumbó, vergonzosamente. En el 2010 obtuvo 31 senadores y en el 2024 bajó a cero. ¿Renunciará su presidente Danilo Medina?
En esta asamblea popular en que la Fuerza del Pueblo pasó a un segundo lugar, el presidente Abinader Corona sacó 2 millones 507 mil 297, equivalentes a un 57.44%, y el PRM obtuvo 145 diputados y 29 senadores. En este torneo resaltaron 15 peculiaridades singulares:
1.- Redes sociales: Igual que en el 2020, en la campaña de 2024 la conectividad instantánea fue priorizada en las estrategias de marketing digital, con excelente creatividad y segmentación.
2.- Fake News: La advertencia ciudadana y la vigilancia de los actores electorales disminuyeron y desarticularon las campañas de noticias falsas y desinformativas que fueron montadas por las redes sociales, a las cuales tiene acceso un 82.8% de la población dominicana.
3.- Debate presidencial: Por primera vez en más de 60 años, tuvo efecto un debate presidencial, que monopolizó la atención nacional entre Luis Abinader, Leonel Fernández y Abel Martínez. Generó la mayor observación y expectativa en el electorado.
4.- Las vicepresidenciales: Impactaron la presencia en boletas electorales las candidatas vicepresidenciales, especialmente el debate televisivo, Raquel Peña (PRM), Zoraima Cuelo Shanlate (PLD) e Ingrid Mendoza (Fuerza del Pueblo), así como las candidatas presidenciales María Teresa Cabrera y Virginia Antares.
5.- Compra de cédulas: La Organización de Estados Americanos (OEA) reveló que comprobó la compra de votos.
6.- Triunfo de alianzas: De un 57.44%, casi un 9.01% provino de las 20 organizaciones políticas que fueron aliadas al PRM.
7.- Segundo porcentaje: Abinader se colocó como el segundo presidente reelecto con el más elevado porcentaje de votos en las elecciones de los últimos tiempos. Sacó el 57.44% de los 4,317,897 votos emitidos y Danilo Medina en el 2016 se repostuló con más del 61%.
8.- Reclamos de oposición: Solicitó el cambio de los presidentes y secretarios de 1,510 colegios, y el pleno de la JCE sustituyó a 640 presidentes y 569 secretarios de colegios, pero no así al jefe de la Policía Militar, mayor general Juan José Otaño Jiménez.
9.- Nuevo proselitismo: Sin aquellas famosas concentraciones multitudinarias, los contendientes se concentraron en las redes sociales, en vallas, carteles y en los últimos días en caravanas barriales y provinciales.
10.- Transfuguismo congelado: Numerosos alcaldes opositores se incorporaron al PRM y decenas de las direcciones del PLD y la Fuerza del Pueblo solicitaron ingreso al partido de Gobierno, y fueron congelados, aparentemente para evitar la imputación de compra de conciencia, y porque “no hay sombreros para tantas cabezas” en la administración pública.
11.- Sotana electoral: La Mesa de Diálogo y Representación Cristiana, el secretariado ejecutivo de la Conferencia del Episcopado Dominicano y el Consejo Evangélico exhortaron a sus comunidades a sufragar por candidatos que defiendan a la familia y la vida, o sea, que no asuman las tres causales para despenalizar el aborto, y que no aceptaran dinero ni dádiva alguna.
12.- Interés por propuestas: Resonaron las propuestas de los postulantes presidenciales y congresuales en educación, empleo, salud y otros tópicos.
13.- Las encuestas: La mayoría acertó, revalidando así su credibilidad.
14.- Un solo muerto: El único muerto a tiros de la campaña fue el militante del PRM José Humberto García, el 28 de enero de 2024, en Castañuelas, provincia Montecristi, atribuida a militantes del PLD, tras una discusión política.
15.- Récord abstencionista: El 45.63% de los electores no ejerció el sufragio, que representó 0.93 puntos más alto que los comicios de 2020, que registró un 44.70% de ausentismo, en una campaña definida como “rara”, “aburrida”, “lenta”, “sin falta de dinamismo ni pasión” y “vacía”. Ha sido la mayor abstención desde 1962, a pesar de la adecuada motivación publicitaria de la Junta Central Electoral.
Las elecciones significaron un avance democrático/institucional, pero con un sermón parpadeando: urgentemente tenemos que atajar el creciente abstencionismo (signo de descontento y apatía), eliminar la gruesa suma de dinero suministrada a los partidos, reducir el número de legisladores, seguir bajando la corrupción, unificar las elecciones nacionales y municipales, y modificar la Constitución en temas puntuales, como el Ministerio Público y los sistemas fiscal y electoral.
Ese código descriptivo piruetea desde una torre que manda una luminosa e intermitente señalización, con el realce de una luz roja, que notifica que si los elementos precitados no son superados, el gobierno pluralista/tolerante/liberal podría ser asaltado por tropas ultraderechistas y absolutistas, similares a las que reinaron antes de la Revolución Francesa de 1789, que tiró en la fosa la época moderna y abrió espacio a la contemporánea.