El propietario de la cafetería en donde esta madrugada delincuentes asesinaron al empleado del establecimiento de venta de comida rápida de tres disparos, no encuentra palabras para definir el hecho “cobarde y ruin” en que asaltantes le arrancaron la vida a su colaborador.
Fidel Peña, propietario de la cafetería “La Esquina de Fidel”, ubicada en la calle Nuestra Señora del Rosario, frente a la Catedral Santa Cruz (centro de la ciudad), dijo no encuentra las palabras adecuadas para entender esta situación en la que perdió la vida Rafael Alcántara (Papo El Menor).
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“Tiene tanto significado que no encuentro la palabra, porque el ser humano que se perdió, un muchacho trabajador, incansable, serio, tan serio que murió en su trabajo, murió trabajando”, expuso Fidel Peña al ser abordado en la morgue por #LaLupadelSur.
Con evidente impotencia, el comerciante y propietario del establecimiento de comida rápida, aseguró que la delincuencia, lamentablemente “acaba con el país” y, a su juicio, seguirá haciéndolo, porque, a su juicio, nadie dice nada, en referencia a la autoridad competente.
Señaló que ni Policía Nacional ni Ministerio Público, hacen alguna cosa para hacer frente a este flagelo social que tiene de “rodillas” a la sociedad de Barahona, a la región y al país.
“Entonces si uno coge las leyes por sus manos y coge una ametralladora y comienza a matar gente, somos asesinos. Es lamentable esto, la impotencia me está matando”, dijo Fidel Peña, mientras hacia un esfuerzo por articular las palabras para referirse al caso.
Sobre dinero robado: eso es lo de menos
Sobre la cantidad de dinero que los delincuentes que ultimaron a “Papo El Menor” durante el asalto a la cafetería lograron sustraer, el propietario del negocio aseguró que, “eso es lo de menos ni me va ni me viene, tanto que ni por eso pregunté, lo que me importa a mi es lo que está ahí, que nadie le va a devolver la vida aunque hagan presos a los ladrones”.
Reveló que Rafael Alcántara (Papo El Menor), era la persona que le hacia el cuadre y que llevaba dos años laborando con él en su cafetería, tras reiterar que era una persona honesta, trabajadora y seria a quien laborando le quitaron su vida.