Guillermo Cuevas Medina
Estamos a ley de pocos días en la República Dominicana para una cita con la democracia. El 18 de este mes, celebraremos elecciones para elegir, ratificar o rechazar aspirantes que quieren ser síndicos, regidores para el caso de los municipios, así como directores y vocales para el caso de los Distritos.
En la misma medida en que se acerca el día de las elecciones, se van calentando los ánimos y con ese mismo calentamiento se ponen de manifiesto diferentes tipos de comportamientos, unos pacíficos, otros violentos.
Algunos asumen perfiles bajos y otro ni siquiera hablan. El modelo debe ser la promoción de la Convivencia Pacífica. La convivencia pacífica durante la campaña política es un elemento crucial para el buen desarrollo del proceso electoral y para el fortalecimiento de la democracia.
Sin embargo, en muchas ocasiones, los ánimos se caldean y se generan tensiones que pueden desembocar en conflictos y enfrentamientos entre los diferentes actores políticos y sus seguidores.
La campaña política es un momento para debatir ideas, propuestas y programas de gobierno, y no para generar confrontaciones personales o incitar a la violencia.
Los candidatos y sus equipos deben promover un ambiente de respeto hacia los demás contendientes y sus seguidores, evitando cualquier tipo de ataques o descalificaciones que puedan generar malestar y división.
Es responsabilidad de los candidatos y de sus seguidores promover el respeto a la diversidad de opiniones y garantizar un ambiente de tolerancia y diálogo.
Esto implica no solo evitar los discursos y acciones violentas, sino también fomentar el respeto hacia los símbolos y las instituciones democráticas.
Además, las autoridades encargadas de velar por el orden y la seguridad deben asegurar que se cumplan las normas legales que regulan el proceso electoral y sancionar cualquier acto de violencia o intimidación que pueda perjudicar la convivencia pacífica.
La sociedad civil por su parte, tiene un papel fundamental en promover la convivencia pacífica durante la campaña política.
A través de la educación cívica y la promoción de los valores democráticos, se puede generar conciencia sobre la importancia de respetar y convivir pacíficamente con los demás, sin importar las diferencias políticas.