Tomás Aquino Méndez
El proyecto Monte Grande no concluye. Desde el 28 de julio del 2010, cuando Leonel Fernández dio el picazo de inicio, he seguido paso a paso el proceso. He sido abanderado del proyecto, aun antes de sus inicios. Cuando se anunció la “inauguración” del embalse, pedí en una de mis Expresiones que no se vendiera esa idea. Pero así se hizo.
Eso me ha dejado doble sensación. De un lado satisfecho porque muchos dominicanos me han escrito ¿FELICITANDOME? por la inauguración. Malestar por una inauguración de algo inconcluso.
Hoy, muchos creen que la presa, está llevando agua al acueducto regional, a las 400 mil tareas improductivas, que está generando electricidad y que los campesinos se están beneficiando de las tierras prometidas. Esos cuatro componentes aun, son “un sueño”. Y hasta que no estén la presa no hace el aporte esperado.
Así se lo he explicado a los que me han llamado a felicitarme por la presa. El obispo de la Diócesis de Barahona, Andres Napoleón Romero, bendijo el embalse.
Ahí pidió al Presidente completar la obra. Y es que Monte Grande, insisto, ES UN TODO. El embalse tiene su valor, pero con él no se cumple lo anhelado en la zona.
Tras la inauguración, salió a relucir que hasta el 2027 no habrá Monte Grande. Sin canales, sin energía, sin agua en el acueducto regional, sin tierra en manos de los campesinos, el proyecto sigue inconcluso.
Faltan RD$336.000.000 millones de dólares, según la presidenta del BCEI para terminarlo. En el presupuesto de este año, apenas se han consignado DIEZ MILLONES DE PESOS.
Servirán, tal vez para licitar los componentes faltantes. Por eso nos unimos al obispo en su ALERTA para que no se detengan los trabajos. Solo con eso podría hablarse de inaugurar MONTE GRANDE, bautizado por nosotros como: el Metro del Sur.