Yisneidy Yaquil Vásquez, su peña hija adolescente de 13 años, Jade Contreras Vásquez, y su esposo, estaban contentos, cuando partieron al río Fula, ubicado en Bonao, provincia Monseñor Nouel, a celebrar su cumpleaños número 29, sin imaginar que este día de su nacimiento dejaría de existir conjuntamente con su unigénita.
Las agua bravas del popular balneario sorprendieron a sus visitantes. En un abrir y cerrar de ojos Yisneidy y su familia fueron arrastrados por las fuertes corrientes del afluente. Su esposo intentó rescatarla mientras sostenía su mano, pero ambos perecieron ahogados.
Lo que pretendía ser una celebración se convirtió en una tragedia para la familia Contreras Vásquez, donde solo su esposo pudo escapar a la furia de un río que de pronto vio crecer su caudal, mientras el dolor le atormenta por la pérdida de su esposa e hija.
“Su esposo está por ahí destrozado”, informó el padre de Yisneidy, Odali Acosta. Al ser enterados de la triste noticia, la familia de Yaquil Vásquez, quienes residen en Barrio Nuevo, Sabana Perdida, se dirigieron a Bonao donde volvieron a ver a sus seres queridos, en la morgue del hospital local.
“No hay palabras para describir”, dijo Odali Acosta, padre y abuelo de las víctimas. Acosta narró que mientras su hija festejaba su cumpleaños en el río, la llamó e iniciaron una videollamada para mostrarle el lugar donde estaba, dos horas después, se produjo el suceso.
En un intento por contener el llanto, familiares de Yisneidy Yaquil Vásquez y su hija, Jade Contreras Vásquez, arrastradas por las corrientes del río Fula, pidieron a clausurar el balneario para evitar ocurran nuevas tragedias.
El padre la describió como una mujer luchadora, buena madre, buena hija y trabajadora. Yisneidy era una emprendedora, propietaria de una tienda de ropa con la que colaboraba al sustento de su familia.
De la niña Jade Contreras, su abuelo sostuvo que era alguien con aspiraciones, que “todo el que la conoce y la trató sabe que era una niña con buen ejemplo”, mientras que su tío de Yisneidy, Buenaventura Mirabal, no pudo controlar las lágrimas al hablar de sus parientes, asegurando que ambas “eran como mis hijas”.
“Las dos un amor, un dolor que yo lo voy a llevar en mi alma siempre, toda la vida. Un verdadero amor las dos”, fueron de las palabras que mencionó Mirabal mientras el llanto se apoderaba de él y su voz se quebraba.
Al referirse a la menor de 13 años, el tío aseguró que era como “un clon” de su madre, afirmando que estuvo muy involucrado tanto en la infancia de Yisneidy como de su hija, lo que para él era una etapa que estaba volviendo a vivir como un tío que se sentía también padre.
Mirabal mencionó que el mismo amor que vivió con su sobrina Yisneidy, se replicó con Jade, de quien dijo era una niña estudiosa e inocente, que le gustaba jugar con sus muñecas y ver caricaturas en televisión.
“Con locura yo la quería, yo pasaba todos los días y le decía ‘mi muchacha’ y ella me decía ‘mi tiíto’ y me daba un abrazo”, mencionó. Afligido y cabizbajo, Buenaventura externó “no es fácil, quizás la gente ve la noticia de otra forma y no se imaginan”.
Velatorio
Los cuerpos de ambas fueron trasladados a Sabana Perdida, donde familiares velaban sus restos mientras que allegados y vecinos acudían a dar sus condolencias.
Los llantos de algunos familiares se escuchaban en las afueras de la casa donde velaban los cuerpos, mientras que los abrazos entre los allegados frecuentaban. Ambos cuerpos serán sepultados este jueves a las 11:00 de la mañana en el cementerio Cristo Salvador, en Santo Domingo Este.