No está en agenda del presidente Luis Abinader hablar con su par haitiano Ariel Henry, sobre todo, para enviar una señal ante el conflicto que enfrenta a ambos países, pero consguió un espacio para reunirse con su homólogo de Kenia, William Ruto.
Abinader, en su conversación con Ruto, le propuso crear una fuerza multinacional en Haití para enfrentar la crisis de seguridad que afecta a a su vecino.
El presidente Abinader, definió a Kenia como un nuevo amigo de la República Dominicana.
Un documento de prensa expresa que al responder preguntas de periodistas, el mandatario afirmó escuetamente que la reunión con el presidente de Kenia es beneficiosa para todo el mundo.
Ambos países firmaron un Memorándum de Entendimiento sobre Consultas Políticas y el Acuerdo Marco de Cooperación, el cual rubricaron cancilleres de República Dominicana y Kenia: Roberto Álvarez, así como Alfred Mutua, respectivamente.
El encuentro, que se desarrolló a puertas cerradas, tuvo lugar en las oficinas de la Misión Permanente de Kenia en la ciudad de Nueva York.
También, acompañó a Abinader, el embajador dominicano antes las Naciones Unidas, José Blanco, sus asistentes Mercedes Pichardo y Lourdes Herrera y el jefe del CUSEP, general (ERD), Jimmy Arias Grullón.
En horas de la mañana el mandatario también sostuvo una reunión bilateral con Xavier Espot Zamora, jefe de Gobierno del Principado de Andorra, en la sede de las Naciones Unidas, mientras que por la tarde asistió a un evento del Centro Adam Smith para la Libertad Económica de la Universidad Internacional de Florida.
Misión de Kenia en Haití
Kenia, que debe su nombre a Jomo Kenyatta, su primer presidente y que sectores haitianos creen este país no podrá contribuir a resolver la crisis social, política y económica en el que está sumido Haití, que se profundizó tras el asesinato del presidente Juvenel Moise, por los múltiples problemas de ese tipo que enfrenta el país africano, se ofreció liderar la fuerza multinacional que iría a la nación caribeña.
Su objetivo es ayudar a sus autoridades a restablecer el orden y asumió el compromiso de enviar 1,000 policías, con la tarea de formar a los agentes haitianos y colaborar en su trabajo de proteger a la población.
El 22 de agosto una comisión visitó ese país, el más pobre del hemisferio, para agrupar el trabajo con un contingente internacional, que fuera de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pretende reforzar la seguridad mediante el combate de las pandillas que crecen de forma peligrosa y vertiginosa en el país caribeño.
La delegación dijo que analizaba la forma en la que contribuiría a contrarrestar el terror impuesto por las bandas que han provocado miles de muertos, sembrado el caos y negado la autoridad del gobierno. Esto como parte de su gestión de encabezar las acciones para sacar a Haití de ese horror.