Yohanna Novas Peña
La novela titulada: “Una vez un niño Maravilla, es de la autoría de Ramón Núñez Hernández, quien es narrador, ensayista y educador. Maestro de una amplia generación de educadores en nuestra academia, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, (UASD), y aquí en nuestro recinto universitario por más 24 años, entre los cuales, yo también disfruté de sus conocimientos en el área de la literatura, porque fui su alumna.
Ramón Núñez también es autor de una serie de importantes textos que son fundamentales para todo docente de nivel medio, así como para la enseñanza de Lengua Española a nivel universitario, como son: Cuaderno de Lengua Española Básica I y II, puesto en circulación por Amazon, y otros en el ámbito literario para niños, como La hija de la Vieja Belén y La nochebuena de los animales. Estos dos últimos volúmenes son del género infantil, también publicados en Amazon. Hay muchos más publicados en periódicos y revistas nacionales, en Faceboot y WhatsApp. En YouTube, con voz de Blanca Castaños circulan los cuentos: “Agua Clara”, “Lochi, la perrita de mi abuela”, “Luzbelia de la Maestra” y “Los cangrejos de Barahona y Santiago”.
La obra, Una vez un Niño Maravilla, trata de un niño llamado Dángelot, quien sueña con ser un gran corredor de campo y pista, en el cual se destaca y logra hacer historia por su asombrosa velocidad. Pero hay tomar en cuenta que no solo en carrera sobresale, es en todos los aspectos, por ser un niño habilidoso, perseverante, intrépido y persistente. Tiene incontables atributos, cualidades que los hacen ver diferentes a los demás y lo convierte en leyenda. Estos atributos y otros más hacen que sea considerado por sus familiares y demás como un niño “Maravilla”. Es algo que usted como lector o lectora deduce desde que comienza la lectura, con el primer capítulo y en parte por la relación del título con el contenido de la obra. La misma se desarrolla en una localidad llamada Alborluz, que es un pueblo imaginario, pero que el lector al adentrarse con las descripciones del medio ambiente, las playas turísticas, los ríos, el paisaje, la zona arrocera y cocotera, el mar caribe, la costa que lo rodea, las grandes fincas ganaderas y áreas pantanosas y siempre lluviosas, lo ubica en el norte del país, en particular el lugar de nacimiento Nagua del autor y zonas aledañas. Pero visto el espacio geográfico de manera general, el lugar donde se desarrolla el pueblo de Alborluz no es más que República Dominicana.
La novela está compuesta por 11 capítulos, cada uno subtitulada y redactada en una lengua llana, una lectura light, dinámica, que no aburre y que te hace sentir o recordar tus propios tiempos de antaño. Los de tu niñez.
En las noventa y ocho (98) páginas que sirven de base para el desarrollo argumentativo de esta novela juvenil, un niño «Dángelot», asume, junto a otros personajes, la acción protagónica en esta obra. Con esta obra el autor nos sorprende por el mensaje de valor que transmite a los pequeños lectores. La diagramación y diseño de portada está a cargo de Luisaura Mera, mientras Enmanuel Núñez Arache, de las ilustraciones internas y corrección de Yéside Zarzuela Féliz. Editora Universitaria-UASD-Santo Domingo, R.D. 2018).
El autor en la obra refleja una serie de vocablos, descripciones, diálogos e informaciones, que hacen que sea un texto que todo el que quiera conocer la cultura dominicana de otros tiempos tendría que leer y la recomiendo. En ese sentido, esta interesante novela puede ser considerada una obra costumbrista, debido a las representaciones particulares de los hábitos y quehaceres de la sociedad dominicana de años anteriores, cuando los padres entretenían a los niños con relatos e historietas sobre fantasmas, duendes, el cuco y los muertos, que hoy día pasó a la historia, no se hace, por lo que constituye una joya artesanal identitaria de la dominicanidad, además las jocosidades contenidas.
Muestra de esto es el conjunto de palabras campestres de aquella época como: trulla, hojas de yagua, comején, comarca, cacaotal, ventorrillo, letrinas, entre otras muchas más… que demuestran y son parte de la riqueza lingüística de nuestros campos, de nuestras gentes, de nuestros antepasados. Están también, los excepcionales retratos que el narrador hace del contexto y ambiente en que se desarrolla la novela, como, por ejemplo: “En la falda y cima de la colina llueve mucho, la tierra es negra y fértil, donde los lugareños siembran habichuelas, ñame, mapuey, auyama…” (pág. 14). “Vemos el Mar Caribe, azulito, celeste, con sus movimientos rítmicos, cadenciosos, a veces con olas gigantes y otras veces pequeñas, arrastrándose en onda sonora hasta abrir su cretona blanquecina…” (Pág. 15).
Otro aspecto encantador de la misma obra es como el novelista se vale de su narrativa para expresar en ella su ideal o grito de denuncia hacia el sistema político dominicano, que desde hace mucho tiempo viene imperando en el suelo dominicano. Este alarido se puede encontrar en párrafos, tales como: “Pero hay mala administración de las autoridades que gobiernan” … “Otros malos son la gente de arriba que sólo piensan en sus bolsillos, llegan pobrecitos y cuando terminan, salen riquísimos”. (Pág. 13).
Observe que es el de más fuerza crítica:
“Nosotros vivimos en un barrio común, como cualquiera de los tantos que abundan en el universo. Pero somos muy solidarios uno con otros. En este lugar solo sobra la pobreza, la miseria ha hecho su residencia; pero mantenemos la esperanza abierta. Porque hay personas malas y personas buenas en todo el mundo. Personas con deseos de trabajar. Solo que no hay trabajo y cuando aparece pagan muy poco. Aquí en Alborluz hay que ser político para vivir bien, como le da la gana. ¡Ah!, te aconsejo, hijo, que nunca viva de la política. La política es una ciencia bonita, hermosa, interesante, pero los que la manejan no. Me deshonraría si te convierte en político. Son perversos, cobran mucho dinero sin hacer nada porque son unos gánsteres. Timadores. Demagogos. Con decirte que hasta las rameras niegan haberlos paridos.” (Pág. 15).
El enfoque que el autor utilizó en su construcción, puede decirse que es social, pues aborda situaciones, conductas y sentimientos del ser humano y su cotidianidad.
Y finalmente se puede decir que esta escritura-ficción, junto a las demás obras del autor, son una joya literaria tanto para niños, jóvenes y adultos que como bien dice el escritor, Ramón Núñez Hernández, los libros son como un “cofre maravilloso”, donde hay diversos tesoros que nos acompañan para toda la vida. ¡Ah, me faltaba comentar el final, y fue la sorprendente sorpresa! Cuando termino la lectura estoy concentrado que tengo en manos una historia real, algo que sucedió una vez, no sé cuando y entonces me encuentro que es una joven de nombre Luatany narrando cuentos a los niños para entretenerlos. Cosas necesarias que ya no se hacen y se han perdido.
«Autora: Maestra reside en la ciudad de Barahona