Kobe Bryant es una leyenda en el baloncesto mundial.
Su pasión por el juego, su ética de trabajo, su mentalidad, su destreza, su tiro, su perfeccionismo, su egoísmo para ganar, sus clavadas… son algunas de sus cualidades que lo llevaron a obtener cinco campeonatos de la NBA con los Lakers, dos medallas olímpicas y hasta un premio Oscar.
Hoy Kobe Bryant cumpliría hoy 45 años (falleció el 26 de enero de 2020).
Y hoy Kobe Bryant describe la «Mentalidad Mamba» de Kobe Bryant.
Te presentamos 24 frases de Kobe Bryant que escribió en su libro Mentalidad Mamba (Mamba Mentality en su edición en inglés) con motivo del número 24, ese que portó tantas noches en la NBA y que le retiraron los Lakers junto con el 8.
1- Cuando se trababa de baloncesto, Kobe Bryant no tenía miedo
“Lo que quiero decir con esto es que si quería implementar algo nuevo en mi juego, lo vería, trataría de incorporarlo de inmediato. No temía fracasar, dar una mala impresión o dar vergüenza. Eso se debe a que siempre tenía en mente el resultado final, el objetivo a largo plazo”.
2- Entrenamientos de madrugada legendarios
“Comenzar temprano me ayudó a conciliar el baloncesto y la vida. Cuando mis hijas se levantaban por la mañana, ahí estaba yo, y ellas ni siquiera sabían que acababa de terminar mi primera rutina en el gimnasio. Por la noche podía acostarlas y volver luego a entrenar, en mi tiempo, no en el suyo. No estaba dispuesto a sacrificar mi juego, pero tampoco quería sacrificar el tiempo de mi familia. Así que decidí sacrificar horas de sueño y eso fue todo”.
3- Jugar a pesar del dolor
“Volvimos a las entrañas del estadio, me hicieron una radiografía y Gary me comunicó que el dedo estaba roto. Y yo dije: ‘Bien, ahora sácame ahí fuera’. A partir de ese momento aplicamos una férula, una especie de molde duro en las partes superior e inferir del dedo. Luego la envolvimos varias veces con una cinta elástica de textura esponjosa. El dedo me seguiría doliendo cada vez que golpeara la pelota”.
4- Kobe hacía cientos de preguntas
“Era sumamente curioso. Quería mejorar y llenar mi cabeza con la historia de este deporte. Estuviera con quien estuviese -un entrenador, un jugador legendario, un compañero de equipo-, e independientemente de la situación -un partido, un entrenamiento, unas vacaciones-, yo no paraba de hacer preguntas”.
5- Leer es vital
“Me propuse leer el manual de los árbitros. Una de las reglas que descubrí en él fue que cada árbitro tiene un lugar asignado en el que debe situarse en la cancha. Esa manera de proceder genera zonas muertas, áreas de la cancha en las que ellos no pueden ver ciertas cosas. Aprendí dónde estaban esas zonas y las aproveché”.
6- La lesión del tendón de Aquiles fue su Monte Everest
“Antes de lesionarme pensaba en mi carrera profesional. Podía sentir el desgaste de mi cuerpo y sabía que no me quedaba mucho tiempo. Cuando tuve la lesion, abordé el problema como un nuevo desafío. La gente me decía que tal vez no podría volver, pero yo sabía que no me iba a dejar vencer por ella. No permitiría que ninguna lesión me jubilara. El momento de la retirada lo decidiría yo”.
7- Se tomó muy en serio el diseño de sus Nike
“De nuevo se trata de oficio y detalle. Para algunos jugadores, las zapatillas de deporte eran todo forma y color. Para mí siempre fue cuestión de rendimiento óptimo. Lo importante era que yo estaba de pie 48 minutos cada noche y dependía de ellas para hacer mi trabajo”.
8- Sé autentico
“Cuando era joven, mi mentalidad era imagen, imagen, imagen. Adopté ese enfoque con los medios de comunicación. A medida que fui adquiriendo experiencia, me di cuenta de que, hagas lo que hagas, a la gente le gustas o no le gustas. Así que, sé autentico y deja que te valoren por lo que realmente eres”.
9- Siempre aspiraba a matar al adversario
“El tema que más a menudo debatíamos LeBron y yo era el de qué conforma una mentalidad asesina. Él observaba cómo yo enfocaba cada uno de mis entrenamientos, y yo, al igual que hacía con los demás compañeros, le desafía constantemente”.
10- Su rutina cambió, su enfoque no
“Siempre he intentado entrenar y prepararme de manera inteligente, pero, a medida que fui cumpliendo años, mi rutina antes y después del juego, evolucionó. Cuando eres joven trabajas cosas explosivas y, a medida que envejeces, tu enfoque cambia a medidas preventivas”.
11- Himno de meditación
“Aprovechaba cada minuto del himno nacional. Durante esos precisos momentos, escucho todos y cada uno de los pequeños sonidos y me imbuyo de la energía del pabellón. Aprovecho la oportunidad para tomar conciencia de lo que está pasando, para estar al tanto de los compañeros que me rodean, de la canasta que tengo enfrente de mí y de la canasta que tengo a mi espalda, de todos los sonidos y los objetos. Es una completa concentración y compresión del estadio”.
12- Mentalidad Mamba
“Al principio pensaba que la frase ‘Mentalidad Mamba’ era solo un hashtag con gancho que utilizaría en Twitter. Algo ingenioso y memorable. Pero, a partir de ahí, empezó a simbolizar mucho más. Esta mentalidad no consiste en buscar un resultado, trata más del proceso para llegar a este resultado. Es el viaje y el enfoque. Es un modo de vida. Creo, en suma, que es importante tener esa mentalidad”.
13- La presión
“Nunca sentí presión externa. Yo sabía lo que quería conseguir y el gran trabajo que tenía que hacer para lograr esa metas. Así que hacía el trabajo y confiaba en él. Además, las expectativas que tenía yo de mí mismo eran mayores que las de todos los demás”.
14- El gran tiro es solo un tiro más
“La gente se monta muchas películas con los tiros decisivos. Lo cierto es que son solo un tiro más. Si haces mil tiros al día, es solo uno entre mil. Cuando has lanzado tantos, ¿qué es uno más? Esa era mi mentalidad desde el primer día”.
15- Dios nos dio dos manos
“De niño -hablo de cuando tenia seis años-, me molestaba todo aquello que se veía como una debilidad. Así que trabajé muy duro con mi mano izquierda a esa edad; escribía mi nombre con la mano izquierda. Odiaba la sensación de estar incomodo. Y ese era también mi modo de verlo en la cancha”.
16- Nunca se alejó del contacto
“Llegaría a la canasta e intentaría atacarla por todos los medios. Cuando vas a la canasta con esto en mente, te sirve más de tu cuerpo que de los brazos. Lo usas para marcar distancia. A menudo, cuando hay muchos jugadores, el jugador defensivo se convierte en el atacante, y el ofensivo, ante eso, capitula. Yo nunca lo enfoqué así. Cuando iba a la canasta, y estaba atacando y no era el que corría el riesgo de lastimarme: eran ellos”.
17- Poner a los Lakers en la cuerda floja
“Independientemente de lo que pasara entre nosotros, todos en nuestro equipo sabían que Shaq y yo podíamos sumar más de 30 puntos y más de 10 rebotes/asistencias cada noche. Esto les daba cierta seguridad, pero también podía hacerles caer en la autocomplacencia. En un esfuerzo por evitarlo, Shaq y yo, conscientes de la tensión intermitente que nos rodeaba, la incrementamos. Al hacerlo, nuestros compañeros de equipo se concentrarían y elevarían su propio nivel de competitividad”.
18- Las clavadas son cuestión de dominio
“Cuando haces un mate, haces que el adversario conozca tu mentalidad. Les haces saber que estás ahí para humillarlos. También genera una sintonía emocional con tus compañeros de equipo. Les da a entender que en ese partido vas a escalar montañas, y les inspira a querer escalar contigo”.
19- Cuando se lesionaba no se obsesionaba con lo que había pasado
“En el transcurso de 20 temporadas, sufrí mi dosis de lesiones graves. Lo primero que pensaba en dichas situaciones era: ‘¿Qué necesito hacer para volver a estar al cien por cien?’. Esa era mi mentalidad. Nunca dejé que el miedo o la duda penetraran mi psique. Nunca me quejé y nunca protesté. O sea, ¿de qué me serviría?”.
20- Volver al nivel
“El juego está lleno de altibajos: buenos momentos, momentos malos y todo lo que hay entremedias. Con todo lo que estaba pasando a mi alrededor, tuve que fortalecer mi mente para mantener la calma y la concentración”.
21- Doble o nada
“Yo -esto no es ningún secreto- acabaría encestando. Esto es justo lo que haría. Disfrutaría del desafío, del contacto, de la toma de decisiones. Mis adversarios, a su vez, se prepararían para mis duras entradas colapsando la zona y con dos, tres y hasta cuatro defensas arremolinándose en torno a mí”.
22- Ser campeón lo es todo
“Es en verdad una de las alegrías más grandes en este mundo. Ese sentimiento siempre me impulsó a querer más. Cuando ganaba un anillo, quería dos. Cuando ganaba dos, quería tres”.
23- La agonía de la derrota y la alegría de la victoria
“Para mí son exactamente lo mismo. Llego al gimnasio a la misma hora después de perder 50 partidos que de ganar un campeonato. Para mí no cambia nada”.
24- Construir un juego para que no tenga fisuras
“Lo que distingue a los grandes jugadores de los grandes jugadores de todos los tiempos es su capacidad para autoevaluarse, definir sus debilidades y convertir sus carencias en fortalezas”.