La violencia que vive el vecino Haití registró un incremento el tercer trimestre del año. Solo el pasado julio suman 83 secuestros, denunció la ONG Unidad de Vigilancia de la Delincuencia del Centro de Análisis e Investigación de los Derechos Humanos (CARDH).
La organización no gubernamental, que documenta por años los actos delictivos en Haití indica que, de enero a la fecha, secuestraron 51 extranjeros procedentes de cuatro países.
Los secuestros de julio, 23 en la zona de Bas-Artibonite (al menos dos colectivos), sugieren «un aumento de la violencia y otras actividades relacionadas con las bandas en el tercer trimestre» del año, señala el CARDH.
Además, la violencia de la banda de Vitelhomme Innocent en Tabarre, en las proximidades de la embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe, obligó a 400 familias a dejar sus casas y al menos 2.000 desplazados internos, de los que 229 son niños y niñas, según los datos.
Entre los factores que pueden explicar el recrudecimiento de la violencia está el debilitamiento del movimiento de autodefensa comunitaria Bwa Kale, que golpea, mata y prende fuego a los sospechosos de pertenecer a bandas y a sus allegados.
De abril hasta hoy, este movimiento ha causado más de 200 víctimas, según organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Otro elemento que influye, según el CARDH, que puede contribuir al repunte de la violencia sería que las bandas armadas cometen secuestros como fuente de ingresos, en especial al haber visto recortadas sus finanzas con el régimen de sanciones.
Haití, donde estos grupos armados controlan parte de Puerto Príncipe, capital del país, así como sus alrededores, vive inmerso en una crisis, en una espiral de violencia con masacres, violaciones, secuestros y quema de viviendas.