Aunque la Dirección General de Migración (DGM), conforme a los protocolos establecidos no puede deportar personas menores de edad, mujeres embarazadas, adultos mayores ni con algunas dolencias de salud, en el organismo, no solo da muestra de que está en labores de «caza humana», sino que, violenta su propia normativa.
El organismo, en su acción de detener extranjeros que viven irregularmente en el país, fundamentalmente de origen haitiano, dándole una connotación «xénofoba» al problema migratorio, informó que detuvo a 221 personas del país vecino.
Detalla que de los 221 personas extranjeras detenidas, 88 son hombres, lo que representa el 39.81%; 80 mujeres, para el 36.19, así como 53 niños y niñas, que representa el 23.98% del total de personas apresadas por la Dirección General de Migración (DGM) y que, conforme a los protocolos establecidos no puede deportar el organismo. Se desconoce, porque no ofrece detalles, si los menores estaban acompañado de sus padres.
Sin embargo, en el informe que envía a los medios de prensa la DGM señala que deportará a los detenidos «conforme a los protocolos establecidos».
Intensifica «caza humana»
Tras detectarse el brote de cólera en la comunidad Los Cocos, Enriquillo, zona costera de esta provincia Barahona, la Dirección General de Migración (DGM), acudió al lugar sin importar que estas personas estaban siendo tratadas por una enfermedad altamente contagiosa y detuvo a decenas de nacionales haitianos, mientras que otros huyeron de la acción de «caza» de las autoridades.
Según se informó efectivos del Ejército de República Dominicana (ERD), detuvieron a los 221 extranjeros (nacionalidad haitiana) porque vivía en condición migratoria irregular en esta demarcación territorial, ubicada al Suroeste del país, durante un operativo efectuado en el citado municipio sureño de Vicente Noble.
En el operativo participaron agentes de Migración y miembros del batallón de Infantería, según el informe sobre los resultados del operativo contra personas extranjeras, fundamentalmente de origen haitiano.
Más locuras de migración
Se recuerda que recientemente agentes migratorios, acompañados de efectivos del Ejército de República Dominicana (ERD), se presentaron a hospirtales de la zona Este del país, principalmente en la provincia La Altagracia, de donde apresaron a personas en maternidades de esa locación: embarazadas, lactando y hasta en labores de parto, conforme a las denuncias sobre ese «loco» hecho.
Esa acción de Migración le valió las críticas colectivas, sobre todo, de sectores que defienden los derechos humanos, de las mujeres migrantes, así como de sectores religiosos, como el obispo de la Diócesis de Nuestra Señora La Altagracia, Higüey, monseñor Jesús Castro Marte, quien dijo que desde el punto humanístico de la Iglesia Católica no era posible comulgar con ese tipo de comportamiento contra personas.
Posterior esa acción, propia de Macondo, el pueblo ficticio que nos narra en su novela «Cien años de soledad», Gabriel García Márquez. la Dirección General de Migración detuvo a una madre con su hijo en brazo, cuya bebé quedó aferrado a la puerta del camión – cárcel, mientras una madre desesperada le sostenía desde el interior para que no caiga desde el vehículo en marcha, ante la indiferencia de los agentes migratorios que parecían no enterarse como un José Arcadio Buendía cualquiera, personaje central de esta fascinante obra literaria de este pueblo imaginario macondiano, que nos describe el fallecido colombiano, premio nóbel de literatura de 1982.