Oscar López Reyes
En el léxico español, las palabras se pronuncian con distintos tonos e intensidades, con la naturalidad del vaivén del viento y el rugido de las olas del mar. A esa propiedad fónica de un encadenamiento lingüístico denominamos acento, cuyo marcado varía íntegramente el significado del vocabulario.
La ausencia o equivocada señalización de este signo gráfico sobre la vocal de la sílaba tónica (la que se articula con mayor fuerza de voz) ha devenido, irrebatiblemente, en la principal dificultad ortográfica. Para no ponerlo, unos escriben los textos en mayúsculas y otros apelan a correctores de errores online. ¡Craso error!
Axiológicamente, la correcta colocación de la raya oblicua o acento gráfico descendente de derecha a izquierda y la modulación de las cuerdas vocales o acento prosódico u oral están condicionados por el conocimiento y rigurosa aplicación, por la comunidad de hablantes, de las reglas que norman la funcionalidad de unidades del lenguaje.
La Real Academia Española (RAE) observa que “se llama PROSODIA la disciplina que estudia el conjunto de los elementos fónicos SUPRASEGMENTALES, es decir, aquellos que afectan a varios segmentos. El ACENTO es el grado de fuerza con el que se pronuncia una sílaba y el que la dota de prominencia con respecto a otras limítrofes. Se denomina entonación la LÍNEA O CURVA MELÓDICA con que se pronuncia un enunciado…” (1)
Como marca en línea horizontal/diagonal ondulante, se prefiere emplear el sustantivo femenino tilde, por ser más específico, en vista de que acento se inscribe con una acepción más genérica o amplia (como enfatizar, destacar y remarcar), y por esa razón se le adiciona el sustantivo masculino gráfico: dibujo y esquema visual.
El acento puede ser ortográfico cuando marcamos la tilde, prosódico si solo hacemos la intensidad en la enunciación verbal y diacrítico (distinguen palabras con idénticas escrituras, pero con diversidad de connotaciones) para evitar anfibología (vicio de dicción y locución o frases de más de una interpretación).
Especifiquemos y refresquemos, para su memorización y práctica permanente, informaciones sobre tildes suprimidas por la RAE y otros códigos escritos y fonológicos integrados en el sistema lingüístico.
Grabe en su retentiva estas pautas simples: se acentúan todas las mayúsculas, en correspondencia con lo que indican las normas ortográficas; los verbos conjugados en participio pasado, como los terminados en -aído, -eído y -oído; los extranjerismos incorporados a la lengua española (búnker, chalé y pedigrí), los pronombres personales tú y él, así como los reflexivos mí y sí, y los verbos monosílabos dé y sé. ¿Estamos…?
Conforme el Diccionario Panhispánico de Dudas, las palabras compuestas conservan el acento en el último componente, y si están separadas por un guion ambas conservan la señal, como físico-químico, siempre que las reglas gramaticales lo indiquen. (2)
No llevan tilde los monosílabos o palabras de una única sílaba: bar, chef, miel, sed y mar, salvo en los casos de tilde diacrítica; tampoco las agudas que terminan en Y: estoy y virrey.
No se colocan trazos a las siglas, símbolos ni a los acrónimos: ITEBI, BID, UASD, ONG y OEA.
Guarde estas otras en su aparato sensorial: fueron eliminadas las tildes en los monosílabos fue, fui, dio y vio, a, pie, fe, guion, truhan, sion, rio, y los pronombres este, ese, aquel y sus femeninos y plurales, así como el adverbio solo.
Tampoco se acentúa el pronombre ti; si, en sus funciones gramaticales condicionantes y nota musical. Se pone tilde en el adverbio de cantidad más: uno más dos.
¿Y qué dicen los patrones de acentuación en la lengua española?
1.-Las monosílabas. “Las palabras de una sola sílaba no se acentúan nunca gráficamente, salvo en los casos de tilde diacrítica: mes, bien, sol, ve, ya, son, fe, fue, vio, dio, guion”.
2.-Las polisílabas. “Las reglas de acentuación gráfica de las palabras polisílabas se aplican en función de si son agudas, llanas, esdrújulas o sobresdrújulas.
3.-Las agudas. “Las palabras agudas llevan tilde cuando terminan en los grafemas consonánticos n o s o en los grafemas vocálicos a, e, i, o u.: razón, compás, acá, comité, magrebí, revisó, iglú”.
¿Cuándo no llevan tilde?
a) Cuando terminan en un grafema consonántico distinto de n o s, o en el dígrafo ch: amistad, reloj, trigal, escribir, relax, actriz, maquech.
b) Cuando terminan en más de un grafema consonántico: esnobs, zigzags, mamuts, confort, roquefort, kibutz.
c) Cuando terminan en el grafema y: guirigay, virrey, convoy”. (3)
1.- Manual “Nueva gramática de la lengua española”, Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española, Editora Planeta, Barcelona, España, 2021, páginas 5 y 6.
2.- Diccionario Panhispánico de Dudas, Real Academia Española (RAE) y Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), segunda edición, Madrid, España, 2023.
3.-“Ortografía de la lengua española”, Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española, Editorial Planeta, Barcelona, España, 2021, páginas 231, 232, 233 y 234.
*Autor: periodista-mercadólogo, escritor, artículista expresidente CDP