Benny Rodríguez
El Proyecto Múltiple Presa de Monte Grande (PMPMG), está “muy avanzado” y desde el punto de vista de la ingeniería, confirmó el director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), Olmedo Caba, literalmente ya los trabajos concluye.
Sin embargo, la obra no ha sido concluida y por tal razón no se podrá inaugurar en julio, tal como anunció durante una visita al proyecto el presidente Luis Abinader, el 19 de febrero. Monte Grande está a cargo de la compañía Andrade Gutiérrez.
En recorrido que hizo un equipo de #LaLupadelSur por toda el área del proyecto se pudo comprobar que, aunque se sigue trabajando, no es posible establecer “una fecha exacta” para la entrega definitiva de la obra, aunque las autoridades ahora hablan de que podría ser entre los meses septiembre y octubre.
A pesar del avance de los trabajos del importante proyecto, aún faltan aspectos muy importantes para su conclusión final, como son las compuertas del desagüe de fondo, tres en total, las cuales presentan avances de 30 y 50% en dos de ellas, mientras que en la tercera se “organiza la logística” para dejarla iniciada.
Otro componente importante de la presa es el muro, el cual está concluido en un 95%, aunque faltan detalles claves por corregir, según explicaciones técnicas. Monte Grande tiene 14 años en ejecución.
Visita
#LaLupadelSur, en su visita a Monte Grande, pudo comprobar el atraso en áreas importantes de la obra, confirmado por dirigentes campesinos como Santo Esteban Ferreras, del Comité de Protección y Defensa de Los Güiros, Marcia Méndez Encarnación, de Monte Grande, Salvador Reyes Matos, de Manzanillo Boca de la Mula y Serapio Ferreras, del Comité de Defensa de San Simón.
Estos dirigentes expresaron su preocupación, porque el gobierno no resuelve el problema social, especialmente lo relacionado con sus ingresos económicos, debido a que aún no los ubican y les entregan los terrenos que servirán de sustento al perder sus propiedades para dar paso al proyecto.
Mientras que el dirigente campesino y comunitario Manuel Pérez (Manuel Lemba), coincidió con los representantes de las citadas comunidades, en el sentido de que se debe dar solución a los problemas para evitar conflictos que perjudiquen el ritmo de los trabajos de la presa, por lo que se requiere que el gobierno cumpla con las comunidades desplazadas de sus casas, así como de sus tierras para dar paso a la construcción de la obra.
Olmedo Caba reforzó el anunció que hizo el presidente Abinader, durante el recorrido por el proyecto, cuando argumentó que para agosto de 2020 el avance de la construcción estaba en un 38% y que, en apenas dos años y medio de gobierno, al 19 de febrero de 2023, había llevado la presa a un 92% de avance, por lo que se garantizaba su inauguración en julio.
Durante una entrevista al periódico HOY, el pasado miércoles, el funcionario varió el discurso y anunció que Monte Grande “podría” ser inaugurada entre los meses de septiembre a octubre, sin precisar una fecha exacta en la que el “Metro del Suroeste” sería entregado a los residentes en esa región del país.
La preocupación de los pobladores es porque mientras más fechas se posponen, más lejos ven la solución de sus males y particularmente la entrega de los predios que le permitirán producir lo necesario para sostenerse y cambiar su medio de vida.
Hasta ahora con lo único que ha cumplido el INDRHI es con la entrega del centro poblado, pero allí “no todo está bien”, y los campesinos no esconden su inconformidad.
Señalaron que las casas entregadas son mejores que las que tenían, ya que les proporciona mayor dignidad, pero que estas se entregaron con vicios de construcción, filtraciones, sin instalaciones sanitarias ni eléctricas.
Una obra que funcione completa
Militantes del Proyecto Múltiple Presa de Monte Grande han levantado la tesis de que esta obra para poder funcionar debe hacerse completa, no una parte de ella.
Esas áreas sin terminar son los canales de riego que permitirá irrigar los predios e incorporar a más de 450,000 tareas a la producción de alimentos, también la hidroeléctrica y las tuberías que deben llevar agua hasta la planta de tratamiento y alimentar el Acueducto Regional del Suroeste (Asuro).
Santo Ferreras, adelantó que la desesperación los está “empujando” a recurrir a métodos no deseados para que resuelvan sus problemas.