Felipe Lora Longo
Los medios tradicionales, una vez más, han demostrado su desinterés por informar a la ciudadanía sobre los eventos de verdadera relevancia en la República Dominicana. La Concentración del 4 de junio frente al Palacio Nacional, convocada por la Red Socioambiental y la Coordinadora Popular Nacional, fue completamente ignorada por estos medios, revelando su falta de compromiso con el derecho a la información y su evidente complicidad con los poderes establecidos.
Mientras cientos de comunidades y organizaciones revolucionarias dominicanas se congregaban en un grito unificado en defensa de los derechos sociales y ambientales, los medios tradicionales optaron por silenciar esta importante movilización. ¿Dónde estaban las cámaras de televisión y los periodistas para dar cobertura a un evento que representaba las voces de las personas afectadas por los intereses económicos y políticos de las élites financieras y empresariales?
Parece que a estos medios solo les interesa presentar una narrativa superficial y complaciente, obviando por completo la realidad y los problemas que enfrenta la sociedad dominicana. ¿Acaso no tienen la responsabilidad de informar de manera imparcial y objetiva? ¿O están más preocupados por mantener sus privilegios y servir a sus patrocinadores?
Afortunadamente, los medios sociales se han convertido en la única alternativa confiable para obtener información veraz y oportuna. Gracias a plataformas como Twitter, Facebook, Instagram, WhatsApp y YouTube, las imágenes, los testimonios y las demandas de la Concentración del 4 de junio se difundieron ampliamente, generando un debate público y exponiendo la negligencia de los medios tradicionales.
Es necesario reflexionar sobre esta situación y cuestionar la manera en que los medios tradicionales seleccionan y priorizan las noticias que se presentan al público. La Concentración del 4 de junio evidenció la necesidad de una prensa más diversa, plural y comprometida con la ciudadanía. La falta de cobertura mediática en este caso específico pone de relieve la importancia de fomentar un periodismo independiente y responsable, que aborde los temas que afectan directamente a la sociedad dominicana.
Es evidente que estos medios están más interesados en proteger sus intereses corporativos y mantener el statu quo que en cumplir con su deber de informar a la ciudadanía. Su falta de cobertura de eventos importantes como la Concentración del 4 de junio es una afrenta al derecho a la información y una traición a la confianza del público.
Es hora de exigir un periodismo comprometido con la verdad, que no tema confrontar a los poderosos y que esté dispuesto a dar voz a las comunidades y los movimientos sociales. Los medios tradicionales deben rendir cuentas por su negligencia y falta de ética periodística. La ciudadanía merece una prensa independiente y responsable, dispuesta a informar sobre los problemas reales que afectan al país.
La falta de cobertura de la Concentración del 4 de junio por parte de los medios tradicionales es una llamada de atención sobre la necesidad de una prensa comprometida con la verdad y la responsabilidad social. Los medios sociales han demostrado ser una herramienta poderosa para amplificar las voces de las comunidades y los movimientos sociales, pero es imprescindible que los medios tradicionales asuman su responsabilidad de informar con imparcialidad y transparencia. Solo a través de una prensa comprometida y diversa se podrá garantizar el derecho a la información y fortalecer la democracia en la República Dominicana.