República Dominicana, vía su ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, reitera su llamado a la comunidad internacional para que ayude a Haití a hacer frente a la situación de violencia en que está sumido el país caribeño.
Ayer, ante el nivel de avance de las bandas armadas, que según proyecciones controlan el 60% de la capital del país, Puerto Príncipe, el primer ministro Ariel Henry, valora la posibilidad de enviar el Ejército a las calles para intentar restablecer el orden y la paz en país vecino.
«Llam nuevamente a la comunidad internacional a brindar asistencia a la Policía Nacional Haitiana, de forma tal que puedan resolver el clima de violencia», dijo Álvarez en una entrevista con la agencia EFE con motivo de la Cumbre Iberoamericana que Santo Domingo acogerá el 24 y el 25 de marzo.
Según el ministro dominicano, «sin una resolución de ese aspecto es imposible llevar a cabo no solo elecciones generales, ni siquiera una distribuición de vacunas de una manera efectiva o de combustible (…) ¿Cómo puede ninguna inversión extranjera ser considerada bajo circunstancias como estas?».
El objetivo de este nuevo llamamiento de República Dominicana es «de alguna manera colaborar con el Gobierno y el pueblo haitiano para encontrar la forma de resolver», en especial, la situación de la violencia, señaló.
Además, Álvarez resaltó que la situación en el vecino Haití conlleva «una gran presión sobre los servicios públicos en República Dominicana primordialmente».
Por todo ello, la crisis de Haití estará presente en la Cumbre Iberoamericana, detalló, a fin de continuar «el proceso de concientización de la dificultad que estamos enfrentando».
En octubre pasado, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, pidió el envío de una fuerza extranjera para hacer frente a la situación.
Tras esa petición, el secretario general de la ONU, António Guterres, propuso establecer una «fuerza de acción rápida» con militares de uno o varios países y no bajo bandera de Naciones Unidas, pero aún no se ha concretado una respuesta de la comunidad internacional al respecto.
La siempre difícil situación en Haití empeoró aún más con el asesinato, en julio de 2021, del entonces presidente Jovenel Moise.
Las bandas armadas se han hecho fuertes y controlan buena parte del país, generando una violencia que ha obligado a huir a miles de personas de sus casas y que causa muertos cada día.
En medio de una crisis en todos los órdenes, el cólera ha hecho además aparición de nuevo en Haití, donde ya ha causado al menos 600 muertos desde octubre pasado.