Faustino Reyes Díaz
Villa Jaragua.- Un joven dominicano de 33 años y una niña de nacionalidad haitiana de uno, murieron envenenados en el paraje Arroyo Seco, sección Mata de Naranja, de este municipio de la provincia Bahoruco.
Se trata de Yancarlo Batista Pérez y la infante de iniciales F.P.P, establecidas por las autoridades que se trasladaron al lugar de la tragedia.
Otro menor de nacionalidad haitiana, de 3 años, de iniciales S.P, que también ingirió la sustancia envenenada, fue trasladada al centro hospitalario Gil Roldán de aquí, de donde fue referida al Hospital San Bartolomé de Neyba.
De acuerdo al informe policial, el Yancarlo sería la persona que alrededor de las 8 de la mañana de este jueves preparó un jugo de limón con para tomárselo y lo compartió con los niños de los cuales falleció uno.
Sin embargo, familiares pidieron a las autoridades investigar el caso porque podría tratarse de un crimen que pido haber afectado a más personas.
«Al parecer la azúcar estaba envenenada y no fue el que la envenenó. Si la hubiese envenenado no coge un macuto para mudarle unos animales a Rufo Ernesto, el que se va a envenenar prepara su terrenos», dice Roque Olguin Batista, hermano de Batista Pérez.
Ambos cadáveres fueron enviados a Patología Forense, en Azua, para los fines correspondientes.
Yancarlo, cuyo cuerpo esperan para en casa paterna en el Barrio El Cerro de Jaragua, era hijo de Evangelista Batista, miembro de la Asociación de Caficultores La Luchadora de Mata de Naranja y la Señora Carmen Matos.
Los padres de los niños haitianos envenenados se encuentran en Haití y los habían dejado con un dominicano que al momento de la tragedia estaba trabajando, según Rufo Ernesto Ferreras, Presidente de la Asociación Flor Elena de Arroyo Seco.
Al lamentar el suceso, Ferreras, aseguró que Yancarlo era una persona muy servicial en la comunidad.