Organizaciones y personalidades de Nueva York, respaldan y solidarizan con el pueblo haitiano ante la escalada de la crisis política, económica y social que vibe el país caribeño.
En un documento, expresan su indignación por la agenda que imponen las élites haitianas y grupos oligárquicos que promovieron y/o pactaron con las bandas, bajo el auspiciado de los Estados Unidos.
«Para bloquear cualquier salida que respete la voluntad del pueblo y sus organizaciones de base que han tomado las calles exigiendo una solución real, que ponga en el centro de su agenda al pueblo y los trabajadores haitianos», exponen.
Igaul de invadido
Además, condenan la petición del gobierno dominicano e iniciativas de otras fuerzas ultraconservadores haitianas y regionales para orquestar una nueva agresión contra Haití y bloquear la posibilidad de que el propio pueblo haitiano defina su destino.
«La petición del presidente dominicano, Luis Abinader, es inaceptable, porque proviene del representante de un país igualmente agredido militarmente, un ejemplo es la invasión de abril de 1965 que avaló la Organización de Estados Americanos (OEA) y que truncó una salida nacional y popular en República Dominicana», observan.
Consideran que el pedido es por el auge de la ideología chauvinista de la derecha dominicana que conciben al pueblo haitiano, y la migración como una invasión y no un derecho, que atenta contra la integridad nacional, azuzando con ello la división entre ambas naciones y, además, exacerbando el racismo sistemático.
«El heroico pueblo haitiano, ha sido una víctima histórica de las ocupaciones, invasiones y bloqueos económicos por parte de los imperios europeos y el norteamericano», afirman.
Ponen como ejemplo de la historia reciente de Haití el golpe de Estado contra el expresidente Jean-Beltrand Arístide en 1991, que es parte de la crisis que aún afecta a ese país con la imposición de gobiernos, responsables del desmantelamiento del Estado de derecho haitiano, perpetrando la destrucción de la actual sociedad.